Lic. Miriam Guzmán anuncia maestría en Desarrollo Rural en la UASD y llama a dignificar la vida en el campo

La viceministra de Desarrollo Rural del Ministerio de Agricultura, licenciada Miriam Guzmán, destacó la necesidad urgente de transformar la vida en el campo dominicano mediante políticas sostenidas de bienestar, educación y producción, a propósito del Día Mundial del Desarrollo Rural.

Durante su participación en un programa de entrevistas, Guzmán abordó los desafíos estructurales que enfrenta la población rural dominicana y denunció la marginación histórica del productor agropecuario. Subrayó que el desarrollo rural no puede seguir viéndose como un tema secundario, ya que la seguridad alimentaria del país depende de la capacidad de las zonas rurales para producir alimentos suficientes.

“La comida no está en el supermercado, está en el campo, en el lugar donde se produce”, afirmó. Según explicó, la clave está en garantizar acceso a servicios básicos, tecnologías apropiadas y formación técnica para que los jóvenes decidan quedarse y desarrollarse en sus comunidades. “El campo debe ser tan digno como la ciudad”, añadió.

En ese sentido, anunció el lanzamiento de una Maestría en Desarrollo Rural en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), a partir de agosto próximo. La iniciativa busca formar técnicos con una visión integral, capaces de intervenir en las comunidades rurales con enfoque productivo, ambiental y humano. “Esta maestría no es para subir de sueldo ni acumular títulos; es para gente que esté trabajando en los territorios y quiera transformarlos desde adentro”, enfatizó.

Guzmán abogó también por rescatar el valor cultural de la vida rural y apoyar esquemas cooperativos que permitan a los pequeños productores acceder a financiamiento, maquinaria, tecnología y mejores canales de comercialización. Reiteró que el futuro de la soberanía alimentaria está en el desarrollo planificado de las zonas rurales, con respeto por el medio ambiente y por quienes viven de la tierra.

Finalmente, recordó experiencias exitosas como la Villa Cafetalera de Moca, que integró vivienda, educación y producción, y llamó a replicar ese modelo en otras zonas del país. “El campo es la base de todo. No hay desarrollo nacional sin desarrollo rural”, concluyó.