Una tarea ciclópea: manejar presupuesto de Educación
sobrados como docente y como líder del
sector docente en sus aspectos organizativos
para desempeñar las funciones a su cargo, a
lo que debe agregarse que los tiene
holgadamente en los aspectos políticos.
Pero nadie en esto 50,070 metros cuadrados
de espacio que nos quedan tiene experiencia
en el manejo del 4 por ciento del PIB anual
para desempeñarse en la administración del
sistema educativo público, pre-escolar, básico
y medio nacional, nadie.
Ello, sin pandemia incluida.
Por lo que, de alguna manera, merece
compasión. Y, aliento.
Viene al caso el introito porque ahora enfrenta
el tema de la construcción de casi tres mil
aulas más, asi como de 36 centros
preescolares, para ya, con el año y los atrasos
del tiempo pandémico encima.
A ojo de buen cubero puede decirse que los
preescolares son necesarios, sin muchos
debates.
Pero, al mismo tiempo afirmarse que más de
3,000 aulas están a medio construir en todo el
territorio nacional, asi como que otra parte se
encuentra abandonada, en demanda de
reparaciones mayores, medias y menores, sin
que sea dable concebir el abandono de las
mismas para emprender nuevos procesos
traumáticos de licitaciones, contrataciones,
avances, compra de terrenos y demás yerbas.
Piénselo Ministro, piénselo; las urgencias,
tanto administrativas como políticas es
necesario conjugarlas con aspectos
escabrosos y complicados que si se pueden
evitar es mejor evitarlos, porque no son
evadibles.
