Espaillat, senador Gómez y empresarios encabezan Taller de Emprendimiento con relatos de éxitos en el Alto Manhattan

Miguel Cruz Tejada

NUEVA YORK._ El congresista Adriano Espaillat, el senador del PRM por la
provincia Espaillat Carlos Manuel Gómez Ureña y los empresarios Ramón Tallaj Junior
y Susana Osorio, encabezaron el evento “Taller de Emprendimiento en el que relataron
los éxitos empresariales que han cosechado en Estados Unidos celebrado el sábado en la
tarde en al restaurante “Cocina Taller” en la calle 203 del vecindario Inwood del Alto
Manhattan con la participación de docenas de pequeños y medianos comerciantes.
Cada uno de los expositores habló de las luchas por las que tuvieron que pasar,
obstáculos vencidos y los logros alcanzados.
El senador, nativo de Moca narró que llegó a Estados Unidos después de comenzar a
trabajar en una tienda de electrodomésticos que tenía su madre en Moca en los años
ochentas, abriéndose paso luego de que ella y su padre le cedieron un espacio donde
inició vendiendo bicicletas BMX y posteriormente, su papá que era ebanista le dio otro
espacio en el taller, donde comenzó a vender muebles baratos.
“Me pagaban para esa época 25 pesos y para mí, era un mundo y hacía maravillas con
esos 25 pesos”, relató el senador.
Los muebles los vendía en la tienda de su madre y en otras del área, a los 12 años de
edad.
“Siempre he credo que los negocios vienen acompañados de la diversión y a esa edad,
me divertía haciendo negocios”, añadió.
Reveló que la disciplina y la práctica de baloncestos en Moca fueron parte de la
estabilidad emocional en sus primeras vivencias.
Jugando para la selección provincial de baloncesto llegó visado a Puerto Rico para jugar
en un torneo internacional y así, consiguió su primera visa a Estados Unidos.
A los 7 años vino de paso con su madre a Nueva York, ciudad que lo atrajo porque es
dinámica y progresista.
Le dijo a su madre que quería quedarse viviendo en Nueva York pero ella rechazó la
idea y lo conminó a seguir los estudios en Moca.
Regresó a Estados Unidos después de terminar los estudios sabiendo que iba a pasar una
gran temporada.

Dijo que llegó como a las 10:00 de la noche a Nueva York y al ver por la ventanilla del
avión vio las intimidantes luces de la ciudad que lo embrujaron.
Creía que todo el que vivía en Nueva York estaba bien, trabajando, ayudando a sus
familias para después regresar a la República Dominicana.
Se preguntó que tenía que hacer él diferente para lograr sus sueños.
Trabajó en una bodega en El Bronx donde hablando con personas le preguntaban por el
tiempo que tenía en Nueva York y qué había logrado.
“Algunos me decían que habían comprado sus casas y ayudado a sus familias, pero me
pregunté qué podía hacer para lograr cosas más grandes”, agregó Gómez.
Se fijó la meta de tener una bodega propia en dos años lo que logró pero en sociedad
con otros.
También trabajó en un restaurante donde en su tiempo de ocio ayudaba al chef y al
bartender, aprendiendo a cocinar y preparar tragos.
Dijo que cuando se tiene una meta clara, algo mágico pasa. “El universo conspira para
que sucedan antes de tiempo. Al año y diez meses de yo haber llegado a este país ya
tenía una bodega”.
Explicó que no todo fue color de rosa y en la bodega estuvo su primer fracaso porque
sus socios aprovecharon que era menor de edad y no le daban los permisos para tener un
negocio por lo que tuvo que poner la bodega a nombre de otro.
Cuando cumplió la mayoría de edad, 22 años, le dijeron que ellos también eran dueños
del negocio y tuve que pagarles a ellos para poder adquirir la bodega que era de él.
Exhortó a los presentes a hacer negocios con documentos sin importar la cercanía que
tengan con otros y que hagan los tratos por escrito para que no les pase lo que le pasó a
él.
“Eso no me hizo desmayar y me dio más fuerza para seguir adelante. Tuve dos bodegas
y ya me sentía listo para regresar a mi país”, narró el senador.
“Regresé a Santo Domingo donde me desenfoqué, hice malas inversiones, confiando en
personas que no eran las adecuadas y eso, me dio una lección porque en poco tiempo
perdí el capital que tenía”, dijo.
Regresó a Nueva York y usando los ahorros que tenía, compró otra bodega con un
criterio muy diferente, más experiencia y más fuerza para trabajar.
Sugirió a los demás empresarios trabajar con lo que llama el valor agregado.
Abrió un centro de llamadas en la bodega, quedando fascinado por entrar en contacto
con la comunicación. “A las tres semanas, ya tenía tres cabinas en la bodega”.
Dijo que siempre dio el mejor de los servicios lo que hizo crecer el negocio de llamadas
y tuvo que abrir un local con 12 cabinas telefónicas desde donde los dominicanos,
latinos y migrantes de otros países se conectaban con sus familiares.
También ofrecía otros servicios como pasajes, ventas de CD y otros cuando comenzaba
la época del uso de los beepers, comenzando a trabajar con el sistema.
En esa época emergía el sistema de llamadas a través de tarjetas telefónicas que
comenzó a vender en su negocio, y comprando al por mayor las tarjetas para sus
negocios.
Allí conoció un judío al que luego le vendió el 49% de las acciones y la compañía
comenzó a crecer meteóricamente.
Dijo que los negociantes tienen que tener un plan de acción, ponerle mente y energía y
sobre todo, lograrlo.
Gómez, con los años se convirtió en el gurú de las tarjetas de llamadas en Nueva York y
hoy es propietario de varias empresas de construcción, medicinas, servicios
hospitalarios, inmobiliaria y otros que hoy son padre del poderoso Grupo Gómez.

Dijo que entre las claves de su éxito, estuvieron la determinación, el enfoque, el
compromiso, visualización y la perseverancia sin poner en riesgo los negocios.

TALLAJ JUNIOR
Tallaj Junior, hijo de uno de los más prominentes médicos dominicanos en la diáspora,
doctor Ramón Tallaj, narró sus comienzos en los negocios diciendo que su éxito se basó
en la disciplina, la perseverancia y la organización.
Criado en una familia católica es miembro de la orden “Los Caballeros del Sepulcro”
cuya misión es la defensa de los restos de Cristo.
Siguiendo las huellas de su padre, aprendió el manejo empresarial convirtiéndose en
uno de los emprendedores más jóvenes de la diáspora.
Tallaj Junior, es presidente de la entidad Basílica Medical Management, Irina
Formación Académica, que organiza grandes eventos y conferencias.
Es también un emprendedor itinerante que recorre varios países para consolidar los
negocios con los servicios que ofrece.
Junto a su padre, es fundador del grupo médico SOMOS que agrupa a más de 3,000
galenos y sirve a las comunidades pobres en clínicas comunitarias.
Tallaj Junior y su padre, lideraron junto a otros galenos la batalla crucial en el pico de la
pandemia vacunando a miles de latinos y migrantes der otros países, lo que les ha
agenciado prestigio y reconocimiento en Estados Unidos y el extranjero.
OSORIO
La empresaria Osorio narró que a los 15 años de edad, se motivó por incursionar en los
negocios y luego de pasar por varias fases, comenzó con un pequeño restaurante que por
su crecimiento sólido, la sitúa como propietaria de las cadenas “Mama Juana” y “Mama
Sushi”, además de otros restaurantes individuales.
Ambas cadenas se han extendido por varios estados norteamericanos y en este
momento, reveló, ya cuenta con 11 franquicias junto a su principal socio, su ex esposo
al que dijo, no lo cambia por ningún porque con su amplia visión de emprendedor, ha
sabido ayudarla a encumbrarse en la cima en la que hoy está comercialmente.
“Soy una mujer cruda que digo lo que siento”, señaló en su intervención exhortando a
los otros panelistas a mantener el enfoque como una de las claves para el éxito
empresarial.
El congresista Adriano Espaillat habló como invitado especial resaltando los aportes y
el éxito de los empresarios presentes y el de todos los emprendedores dominicanos de la
diáspora, exhortándolos a seguir adelante.
La actividad fue organizada y convocada por los emprendedores José Matos y Gabriel
Rosario y coordinada por el mercadologo y relacionador público, Elías Barrera
Corporán.
Matos y Rosario coincidieron en agradecer el respaldo de los asistentes destacando los
conocimientos adquiridos en la jornada. El primero dijo que el taller fue el primero de
una serie que se realizarán en diferentes áreas de la comunidad y otros estados de
Estados Unidos.
El evento fue conducido por la locutora dominicana Jenny Cruz y amenizado por el
saxofonista Sandy Gabriel.