Cardiología: La Importancia de la Hidratación y el Monitoreo Integral del Paciente

La Dra. Claudia Almonte, cardióloga, enfatiza la necesidad de una adecuada hidratación para mantener la salud cardiovascular, especialmente durante los días de calor intenso. La deshidratación puede provocar una baja en el volumen sanguíneo y la presión arterial, lo que potencialmente puede desencadenar síncopes, arritmias y descompensaciones cardiovasculares, particularmente en pacientes que ya están tomando diuréticos como tratamiento antihipertensivo.

“La deshidratación puede llevar a una descompensación inmediata en pacientes cardiovasculares, especialmente aquellos con insuficiencia cardíaca que no pueden ingerir líquidos en la misma cantidad que una persona sin patología,” señaló la Dra. Almonte. Recomendó que estos pacientes consulten con sus médicos sobre la cantidad adecuada de líquido que deben consumir.

La doctora también destacó la importancia de no minimizar síntomas como sudoración excesiva y fatiga, que podrían ser indicativos de problemas cardiovasculares y no simplemente de calor. “Es crucial no minimizar estos síntomas y buscar atención médica de inmediato si se presentan,” afirmó.

En cuanto al manejo de la salud cardiovascular, la Dra. Almonte subrayó la importancia de una evaluación integral del paciente, considerando no solo su condición física, sino también sus hábitos de vida y su entorno emocional. “El manejo multidisciplinario es esencial para evaluar todas las posibilidades y brindar un tratamiento adecuado y temprano, previniendo complicaciones mayores,” agregó.

Finalmente, la Dra. Almonte resaltó la necesidad de una vigilancia continua y personalizada de la presión arterial, utilizando herramientas como el monitoreo ambulatorio de presión arterial (MAPA) para obtener una imagen precisa del comportamiento de la presión en diferentes momentos del día.

La Dra. Almonte concluyó subrayando que tanto el peso como la edad del paciente influyen significativamente en la presión arterial, y que es fundamental individualizar el tratamiento para mantener la presión dentro de rangos saludables, evitando tanto la hipertensión como la hipotensión.