Párroco dominicano aboga por legalización de haitianos y Pedro Santana en Panteón Nacional

Miguel Cruz Tejada

NUEVA YORK._ El sacerdote dominicano y párroco de la iglesia católica Espíritu Santo en El
Bronx, padre Ricardo Fajardo, abogó por la legalización de los haitianos en la República
Dominicana con una nueva ley migratoria y porque los restos del general anexionista Pedro
Santana sean expuestos en el Panteón Nacional, donde también descansan los padres de la patria.
Ampliando su apoyo a un plan de legalización de los haitianos, Fajardo dice que el país en este
momento crucial de la historia, en medio de una crisis sanitaria con un Gobierno de
transparencia, moralidad y sostenibilidad de la gobernabilidad y democrática, que lucha y trata
de reorganizar sus instituciones, recuperar el dinamismo de la economía y el turismo, y fortalecer
la democracia no puede darse el lujo de permitir el cuestionamiento de lo que constituyó la
nacionalidad.
“Es el momento de buscar soluciones al problema dominico haitiano, propiciando una reforma
migratoria de respeto, tolerancia y legalidad, lo que permitirá un tránsito legal y una sana
convivencia a un mercado fluido, organizado y beneficioso para ambos países”, precisó.
“Haití no ha dejado de ser un peligro, su penetración pacífica pone en peligro la identidad y la
dominicanidad en la disolución de lo que constituye nuestra dominicanidad”, dijo el sacerdote.

Santana al Panteón Nacional
Para justificar su posición sobre los restos de Santana, sostuvo que el general considerado un
traidor de alto perfil a la patria, “posee mérito y gloria para estar en el lugar que debe
corresponderle a los grandes hombres y mujeres que entregaron la vida, lucharon
incansablemente y conformaron el pensamiento político, ideológico, doctrinal, militar y cultural
que fundamenta nuestra noción de independencia y nuestra identidad dominicana”.
Lo definió como un hombre con más gloria y luces que sombras, y fue un vencedor de la patria y
un defensor de su independencia.

“La familia Santana tuvo la capacidad moral, económica y patriótica de ser parte de las luchas
independentistas. El Seibo es una ciudad heroica. Fue uno de los primeros pueblos que
participaron en los movimientos revolucionarios que lucharon contra Francia y se adhirieron a la
proclama de la separación de Haití antes que sucediera el acto de fundación de la nación
dominicana la noche del 27 de febrero”, recordó el párroco.
Reseñó que el padre de Santana, el cual lleva su mismo nombre, participó de los sucesos
históricos, fue lugarteniente de Juan Sánchez Ramírez en el proceso de la Reconquista y  el
mismo Juan Pablo Duarte, escoge a los hermanos Santana para que formen parte de su proyecto
de independencia.
“Pedro Santana es un diestro soldado de las milicias haitianas cuando Boyer establece el servicio
militar obligatorio. Fue un hombre de un profundo convencimiento militar patriótico, aunque
nunca fue independentista, fue más bien separatista, porque sostenía que el territorio dominicano
necesitaba de la ayuda extranjera para sobrevivir frente a las continuas embestidas de los
poderosos vecinos, aunque terminó apoyando la independencia”, añadió. Explicó que consumada
la independencia, como terminada cualquier contienda militar, el ambiente puede estar saturado
de romanticismo, idealismo y patriotismo fanático. “Es cuando se necesita una visión ideológica
militar, económica patriótica que sea capaz de sostener el hecho consumado. Ante el hecho de la
independencia, con una pobreza demográfica, una isla semidesnuda y semi despoblada por la
constante zozobra del invasor se necesitaba una especie de tutela”, señala el padre Fajardo.
Sostiene que no es posible entender la vida, lo humano, lo social, lo político y lo cultural,
acomodando la verdad histórica a sus criterios para alimentar el anacronismo y seguir
propagando el odio, el racismo, mientras se olvidan del peligro y amenaza de la disolución de la
nación.
“Tumbo de la historia los que piensan que la independencia y separación no necesitan de ayuda
ideológicas, políticas y económicas. Las grandes revoluciones y los desarrollos de los pueblos no
se hacen ni se sostienen solas”, añadió.
Dijo que después de la aniquilación de las tropas de Ferrand por parte de Juan Sánchez Ramírez,
el héroe de Palo Hincado terminó gobernando con sentido de independencia y trinitario, buscó
apoyo británico y su objetivo fue volver a España el país que los franceses querían para sí y
Núñez de Cáceres levantó el ideal de la independencia buscando acogerse en los brazos de la
Gran Colombia.
“Mientras la idea de independencia sigue desarrollándose por el espíritu y el convencimiento de
Duarte, Buenaventura Báez, que es diputado ante el congreso haitiano, estando la isla bajo el
dominio haitiano, impulsa el grupo de los afrancesados que conspiran para que sea Francia la que
guíe y dirija la nueva nación que se intenta fundar. Báez cree que Francia es la solución y
Santana, piensa que es España”, recordó.
Puntualizó que en el plan de los trinitarios y en el manifiesto que firmaron los independentistas
trinitarios estuvo presente la firma con sangre de los mellizos seibanos. Santana es militar y
hacendado que contribuye a la causa de la independencia, además de tener un carácter arrogante,
de espíritu bizarro que lo convierte en hombre respetado y temido, tiene los méritos para estar en
el lugar que está.