Narco dominicano Obel Cruz García espera ejecución en Texas por secuestro y asesinato de un niño de 6 años en 1992

Miguel Cruz Tejada

NUEVA YORK._ El narco dominicano Obel Cruz García, de 55 años de edad
condenado a la pena capital por el secuestro y asesinato en septiembre de 1992 del niño
Ángelo García, de 6, espera ser ejecutado en la Cámara de Gas de la cárcel de
Huntsville, Texas después de ser condenado a la pena capital por un jurado en 2013.
Aunque tienen el mismo apellido no está claro si la víctima y el sentenciado tienen
algún parentesco familiar.
Cruz García, que tenía 46 años de edad cuando fue sentenciado a muerte violó la
libertad bajo fianza por un caso de drogas en Texas y huyó a Puerto Rico donde purgaba
una sentencia por secuestro en 2007 no relacionada con el caso del niño pero una prueba
aleatoria de ADN lo conectó directamente a la muerte de Ángelo por lo que fue
extraditado a Houston.
El Departamento de Justicia de Texas en sus informaciones sobre el Corredor de la
Muerte, dice que nació en Santo Domingo, República Dominicana y un reportaje del
periódico Chronicle de ese estado, lo tiene en la lista de varios migrantes ilegales
condenados a la pena capital.
Tenía 25 años cuando presuntamente asesinó al niño.
A la justicia de Texas le tomó cinco años condenarlo a la ejecución.
Cruz García de cuya banda de narcotráfico formaban parte los padres del menor, apeló
la condena a muerte en noviembre de 2017, pero la Corte de Apelación rechazó su
instancia confirmando la pena capital.
Desde entonces, permanece en el Pabellón de la Muerte.
Hasta el momento no se ha fijado una fecha para su ejecución y sería el segundo
dominicano después de Carlos Santana sentenciado a la Cámara de Gas por un atraco a
un camión blindado de transporte de dinero.
Fue inyectado con el gas letal en 1995 y su cadáver velado en la iglesia Broadway
Temple del Alto Manhattan.
A los investigadores y a la madre del niño asesinado les tomó más de 20 años dar con el
paradero del asesino.
Durante el juicio en una corte de Texas, los fiscales dijeron que Cruz García y dos
cómplices invadieron la residencia de los padres del menor por una posible disputa de la

venta de drogas, secuestró a la víctima, lo llevó a una zona oscura y lo asesinó con
múltiples puñaladas.
Cruz García mantiene su inocencia desde el principio alegando que nunca entró a la
casa, no secuestró al niño y tampoco lo mató.
Sus alegatos han sido llevados a diferentes distritos judiciales y en todos, los jueces de
apelación han rechazado las mociones del dominicano.
Amnistía Internacional lo puso en la lista de apelaciones rechazadas de docenas de
sentenciados, mayoritariamente negros y latinos.
Según los testimonios de la mamá del niño en el juicio, Cruz García irrumpió
enmascarado con un pasa montañas al igual que su acompañante en el apartamento
situado en un edificio en el sur de Houston la medianoche del 30 de septiembre de
1992.
La madre y el padrastro del niño testificaron que ellos eran parte de la banda de tráfico
de cocaína del acusado. Dijeron que fueron atados mientras el dúo saqueaba la casa.
Cruz García y el cómplice no identificado, huyeron con Ángelo en un automóvil
conducido por un tercer hombre, quien testificó que Cruz García y el otro sospechoso
llevaron al niño a un lago de la bahía de Baytown, donde fue apuñalado y el cadáver
tirado en las aguas. Sus restos fueron encontrados en el lago un mes después.
El jurado condenó a Cruz García por homicidio capital después de deliberar por siete
horas durante dos días.
Los fiscales elogiaron el veredicto.
"Es una decisión importante y, a veces, algunas personas tardan un poco más en llegar",
dijo la fiscal adjunta del distrito del condado Harris, Natalie Tise.
Los abogados defensores de Cruz García dijeron que estaban decepcionados y que el
acusado estaba concentrado en su apelación.
Cruz García no reaccionó al veredicto cuando lo leyó la jueza de la Corte Suprema
Estatal de Texas, Renee Magee.
"Estuvo bastante equilibrado durante todo el juicio", dijo el abogado defensor del
dominicano, Mario Madrid.
"No mostró mucha emoción durante el juicio o después del juicio", añadió el jurista.
La policía de inmigración (ICE) puso una alerta de detención en 2010 contra Cruz
García que estaba residiendo ilegalmente en Estados Unidos.
Inmigración se negó a publicar registros de Cruz García que mostraran si se les informó
sobre los arrestos y condenas anteriores, o si alguna vez intentaron deportarlo.