Las declaraciones de males (no de bienes)

El ingeniero José Israel Cuello indica que la ley que establece las declaraciones de bienes como obligatorias para determinados niveles de las funciones públicas fue promulgada en el gobierno de Antonio Guzmán, de manera que al asumir Jorge Blanco se hicieron las primeras.
El director de un semanario de la época recibió como obsequio de parte de un banquero, encuadernadas debidamente, todas las declaraciones fotocopiadas del reciente gobierno y una nota anexa que sintetizaba el contenido: ¡TODOS SON MILLONARIOS!,
Hoy, uno que otro es hijo de los millonaritos de entonces, a uno de los cuales le molestó mucho que se hiciera público lo que él había declarado, y sus presumibles orígenes.
Ahora, en cambio, se habla de miles de millones como si fuera de glóbulos rojos, y los simples millonarios se sienten avergonzados de sus bajos rendimientos.