Especialista critica Gobierno por indiferencia y pírrica inversión a salud mental en República Dominicana

Miguel Cruz Tejada

NUEVA YORK._ El psicólogo dominicano Henry Montero, especialista en la materia y
que dirige la clínica ALQUIMEDEZ donde trata los problemas de salud mental de
cientos de latinos, mayoritariamente dominicanos, criticó al Gobierno del presidente
Luis Abinader por la inferencia y la pírrica inversión que hace el estado para prevenir
que los enfermos que padecen la enfermedad, se conviertan en un problema para sus
familias y todo el país.
Señaló que en la República Dominicana solo se invierte un 0.73% del presupuesto
cuando las estadísticas de organismos internacionales como la Organización Mundial de
la Salud (OMS), revelan que en el país caribeño el 4.7% de la población es víctima de
desórdenes mentales.
Dijo que los casos recientes en que policías han actuado brutalmente contra civiles,
mostrando una garrafal falta de valoración por las vidas de sus víctimas, es un reflejo de
que la sociedad dominicana está incubando una especie de bomba de tiempo que podría
acumular cientos de casos, y explotar en cualquier momento.
“No pretendemos ser tremendistas ni vaticinar tragedias, pero es inconcebible que en
pleno Siglo XXI y con los avances cotidianos de la medicina para tratar la salud mental,
el estado dominicano se haga esté ciego, sordo y mudo”, agregó el especialista.
Explicó que ante la falta de una cantidad de especialistas adecuadamente preparados y
con experiencia en la República Dominicana, tiene las herramientas para contactar a
instituciones especializadas en la materia en el extranjero, especialmente en Estados
Unidos.
“Mientras estamos en presencia de un crecimiento asombroso de casos en los que los
agresores revelan síntomas y comportamientos de psicopatía y sadismo para matar a sus
víctimas, incluso en cuarteles policiales, el Gobierno no se mueve en ninguna dirección
para tratar el problema de la salud mental”, añadió el psicólogo.
Montero dijo que agradece a muchos profesionales de la salud en la República
Dominicana por darle seguimiento a su sugerencia de hace algunos días de que el
Gobierno debe someter a evaluación psicológica a los aspirantes a policías para
establecer su niveles de salud mental, con lo que se puede prevenir lo que está
ocurriendo.

Explicó que además de que el 4.7% de la población dominicana sufre de trastornos
depresivos, un 5.7% es víctima de trastornos de ansiedad, dos de los principales
síntomas que atacan la salud mental.
Indicó que esos datos de la OMS datan del 2017, lo que significa que con el manejo
nulo del Gobierno al problema, los casos han venido en aumento en los últimos 5 años.
Recordó que las cifras han aumentado en los últimos 15 años, según el reporte de la
OMS pero podrían duplicarse en los próximos especialmente como secuela de la
pandemia COVID-19.
“Según este informe, la depresión es ya la primera causa de discapacidad, medida en
años vividos con discapacidad (AVD o YLD). Esto representa un reto para los centros y
servicios de salud mental de América Latina y el Caribe, (incluyendo la República
Dominicana) que han tenido que adaptarse a la nueva realidad, afrontando una demanda
creciente con recursos menguados”, señaló Montero basándose en estudios y reportes
internacionales.
Recordó que el Atlas de Salud Mental de la OMS, para 2013 reveló que el gasto per
cápita en República Dominicana en esa área apenas llegó a los 0.09 centavos de dólar
equivalente a 4.09 pesos dominicanos con lo que no se compra una menta en la
República Dominicana.
El atlas de la OMS encontró que la inversión per cápita total en salud ese año alcanzó
apenas los US$315 (RD$15.57).
Dijo que la República Dominicana es el país que menos invierte en la salud mental,
mientras el tope en la región es de $8 dólares per cápita.
Resaltó que el estudio plantea la necesidad inminente de que el estado dominicano
invierta lo necesario en salud mental.
Montero explica que se entiende por trastornos mentales comunes los que alcanzan
prevalencias más altas, siendo los más importantes los de ansiedad y la depresión.
El reporte sostiene que aunque en general se trata de trastornos leves o moderados, sus
costos en las economías son enormes, aproximadamente el 50% de todos los costos de
la salud mental y entorno a un 2% del Producto Interno Bruto (PIB), debido a diferentes
factores como los de no darle la debida importancia, pese a que colapsan las consultas,
no están bien detectados, un alto porcentaje de casos no recibe tratamiento, los que lo
reciben no evolucionan bien (siguen tratamientos de escasa evidencia, consumen
psicofármacos durante años, el tratamiento psicológico es testimonial, pese a ser el
tratamiento de elección y otras causas.
“Todo ello provoca cronicidad, pese a que existen tratamientos eficaces; aumento de la
gravedad y comorbilidad (se acumulan nuevos trastornos); así como discapacidad en
personas en edad laboral, con altos costes no sanitarios”, revela el reporte de la OMS.