Abramos las puertas de la esperanza a lo que nos viene en 2026

Por Vicente (Tony) Balbuena

Es impredecible, lo que nos tocara enfrentar con vida, los retos que deberemos vivir.
El año 2026, aún no inicia, y comenzamos a tejer y bordar nuestros sueños, para ponerlos en nuestra agenda.
Pero, una mayoría desconoce, que sin la guía y voluntad de Dios, nada es posible en este mundo terrenal.
Cada día que transcurre en el calendario de nuestra existencia, nos presentan variables que nos dificultan cristalizar nuestros deseos, nuestros anhelos.
En ocasiones solemos pensar, y hasta decir, este será el año para lograr mis objetivos.
Pero ocurren imprevistos, situaciones que no avisan, que no están en nuestra agenda, ya que solo pensamos positivamente, en lo que nos dicta nuestra mente y conciencia humana.
Pero, más allá de eso, está el creador del universo.
El propietario del Oro y la Plata, a quien siempre debemos poner primero en nuestra agenda.
SIN EL, NADA ES POSIBLE.
Nosotros los seres humanos proponemos, pero Dios dispone.
Lo que nos espera, aunque todos queremos que sea lo mejor, es desconocido.
Por eso, es que debemos establecer a Dios como nuestra prioridad, para que nos guíe en el camino a nuestras metas, y nos quite los obstáculos para seguir adelante.
La ambición desmedida de los poderosos de la tierra, traerá persecuciones contra inmigrantes legales e ilegales, aumento de la renta, electricidad, alimentos, medicinas, transporte, suspensión del seguro médico, y la reducción de fuentes de empleos, para lo cual, tenemos que estar preparados.
Son posibles medidas para que abandonemos este territorio sin resistencia
La mayoría de la población tiene tiempo de sobra para las redes sociales, ir de compras, viajar y recrearse, pero carece de minutos para acercarse y hablar con Dios.
No soy profeta, soy un pecador, posiblemente más que tú, que está leyendo mi redacción, pero, te puedo vaticinar, aunque no soy Nostradamus, que si no hacemos los cambios en nuestras vidas, no llegaremos a las metas que deseamos lograr en nuestro camino.
Disfruten y sean felices con lo que Dios les ha permitido lograr hasta hoy. Y por favor acercate a Dios, ya que el tiempo avanza vertiginosamente, y podría ser tarde.