Trump y Putin negocian sobre Ucrania en un escenario de tensiones y estrategias geopolíticas
En medio de la creciente incertidumbre sobre el futuro de Ucrania, hoy se lleva a cabo una reunión clave entre el expresidente estadounidense Donald Trump y el mandatario ruso Vladimir Putin, en la que se busca establecer las condiciones para un eventual alto al fuego. Sin embargo, las negociaciones no han detenido la violencia en el territorio ucraniano, donde Rusia sigue avanzando con ventaja militar.
Putin, con una posición fortalecida, ha planteado exigencias concretas para aceptar una tregua de 30 días, entre las que destacan el cese del rearme de Ucrania, la reanudación de las relaciones bilaterales con EE.UU., la suavización de sanciones económicas a Rusia y sus aliados (Irán y Corea del Norte), así como el reconocimiento del control ruso sobre los territorios ocupados en el este y sur de Ucrania.
Trump, por su parte, ha cambiado su tono beligerante al abordar el conflicto con Moscú, optando por la diplomacia con Putin mientras mantiene una postura más agresiva en otras regiones, como América Latina y Europa. Este cambio de estrategia ha generado especulaciones sobre un posible acuerdo económico en el que EE.UU. buscaría beneficiarse de la reconstrucción de Ucrania, el control de recursos mineros y la venta de armamento a países europeos.
Además, las conversaciones podrían extenderse a temas estratégicos como la retirada de la OTAN de los países bálticos, una cuestión que Putin considera una violación de acuerdos previos tras la caída de la Unión Soviética. También se espera que Irán y Venezuela sean mencionados en el encuentro, dado el papel de Teherán como aliado de Moscú y Pekín, y su influencia en conflictos como el de Yemen.
El resultado de la reunión podría redefinir el equilibrio de poder en Europa y marcar un punto de inflexión en la guerra de Ucrania, que más allá del enfrentamiento militar, se perfila como una disputa geopolítica y económica con intereses de alto nivel.