Suspensión Laboral Pública y Privada (La Banca Importante)
Andrés Terrero analizó en La Revista 110 las consecuencias económicas derivadas de la suspensión de las labores públicas y privadas por la tormenta tropical Melissa, medida dispuesta por el presidente con el fin de proteger vidas y propiedades.
Terrero explicó que, aunque la decisión presidencial tiene respaldo en la necesidad de seguridad, la medida conlleva efectos financieros inmediatos y de arrastre para la economía nacional, especialmente en el sistema bancario.
“Tres días con la banca, el comercio y las escuelas cerradas implican una paralización de transacciones, pagos estatales y corporativos, además de una disminución drástica del consumo”, indicó.
El analista detalló que el Banco Central y la Superintendencia de Bancos poseen facultades para autorizar el cierre o reapertura de las entidades financieras en situaciones excepcionales, y que en este caso se optó por flexibilizar la operación bancaria bajo criterios de seguridad.
Entre los efectos inmediatos citó:
Interrupción de las transacciones financieras.
Retrasos en pagos del gobierno y del sector privado.
Disminución del consumo por falta de liquidez y acceso a servicios.
Pérdidas en el trabajo informal y en pequeños comercios.
Y entre los efectos de arrastre, advirtió una posible reducción en el ritmo del Producto Interno Bruto (PIB) y afectaciones en la confianza económica.
“El gobierno debe garantizar que Tesorería y Contraloría continúen operando para el pago de nóminas, mientras la banca retoma gradualmente sus funciones”, afirmó.
Finalmente, Terrero valoró positivamente que las autoridades priorizaran la seguridad ciudadana, pero insistió en que es vital mantener operativa la banca para sostener la actividad económica.
“Cuidar vidas es lo primero, pero la economía también debe respirar. La banca es el corazón del movimiento financiero del país”, concluyó.

