Michael Hazim: “El problema de la mano de obra haitiana no es sencillo, pero representa una oportunidad para los dominicanos”

Michael Hazim advirtió este lunes que la sustitución de la mano de obra haitiana en la República Dominicana es un proceso complejo que requiere un enfoque integral y mayor capacitación de la población local. Durante su participación en un programa de televisión, Hazim destacó que la falta de personal dominicano calificado afecta múltiples sectores más allá de la construcción y el agro, incluyendo el turismo, la industria, la seguridad, el cuidado de adultos mayores y los servicios domésticos.

“El problema no es tan sencillo. Estamos viendo serias deficiencias de empleados dominicanos en áreas donde no se están actualizando ni especializando”, afirmó. Indicó que muchos de estos trabajos bien remunerados están siendo ocupados por extranjeros debido a la falta de preparación y voluntad de los nacionales.

Hazim resaltó que existen oportunidades reales para que los dominicanos mejoren su condición de vida si se forman adecuadamente. “Una persona que se capacita puede pasar de ganar lo mismo que un motoconcho a devengar entre 45 y 60 mil pesos mensuales como servicio doméstico o vigilante, si se organiza y trabaja con eficiencia”, explicó.

El analista también denunció que, en sectores como la vigilancia y el cuidado de envejecientes, hay una gran cantidad de trabajadores haitianos sin documentación ni entrenamiento formal, lo que plantea desafíos para la seguridad y la calidad del servicio.

Llamó a la población a dejar atrás la pasividad y la dependencia, instando a los dominicanos a capacitarse en nuevas tecnologías, logística, robótica y operación de maquinaria especializada para aprovechar las vacantes actuales, especialmente en zonas francas y en la industria de la construcción.

“Hay oportunidades, pero hay que fajarse, hay que estudiar. Si no, serán sustituidos por lo que él mismo llamó ‘uberdiligencia’ o plataformas que automatizan servicios”, advirtió.

Hazim concluyó señalando que el fenómeno migratorio puede verse como una crisis o como una oportunidad para repensar el mercado laboral y motivar a la población dominicana a alcanzar mayores niveles de preparación y responsabilidad.