Marcelino Vargas afirma que República Dominicana tiene una oportunidad histórica para convertirse en gran productor de carne
El exdirector general de Ganadería y expresidente del Patronato Nacional de Ganaderos, Marcelino Vargas, aseguró que la República Dominicana está ante una oportunidad histórica para elevar su producción de carne y sustituir buena parte de los cortes importados, impulsados por el creciente consumo del turismo y la disminución de la oferta mundial.
Durante su participación en la Revista Agropecuaria de Revista 110, Vargas explicó que países líderes como Estados Unidos, Australia y Brasil han reducido su producción debido a condiciones climáticas severas, lo que abre espacio para que naciones con potencial, como República Dominicana, aumenten su participación en el mercado regional y local.
Recordó que el consumo interno de cortes importados alcanzó los 134 millones de dólares el año pasado, en gran parte por el crecimiento del turismo, que podría cerrar el año con unos 12 millones de visitantes. Según dijo, se trata de una “exportación interna” que el país debería aprovechar produciendo localmente una mayor proporción de esa carne demandada.
Vargas informó que un grupo de ganaderos trabaja en un proyecto nacional que busca transformar la ganadería de carne en un plazo de cinco a diez años mediante un plan participativo que contemple genética mejorada, uso de inseminación artificial y apoyo financiero a pequeños y medianos productores.
Detalló que el Banco Agrícola, encabezado por Fernando Durán, ha mostrado disposición para financiar reproductores de alta calidad y evitar que hembras aptas para reproducción continúen siendo enviadas al matadero. Aseguró que cerca del 60% de los animales sacrificados son hembras y que más de la mitad tienen capacidad reproductiva, lo cual calificó como un riesgo para el futuro del hato ganadero nacional.
El plan contempla sustituir los toros de baja calidad utilizados actualmente por padrotes probados o por el uso creciente de inseminación artificial y transferencia de embriones. También propone que los productores aporten una parte del costo de la genética, mientras el Estado cubre otra, para garantizar sostenibilidad y compromiso a largo plazo.
Vargas insistió en que, con organización, financiamiento adecuado y una política clara para proteger las hembras reproductoras, el país podría lograr un salto histórico y posicionarse como un referente en producción de carne en la región.

