La economía dominicana frente al nuevo escenario internacional

Por: Elisa Vilorio de Painter y Julio Andújar Scheker 1

La economía dominicana cerró el año 2024 en una nota positiva con alto crecimiento, inflación
controlada y niveles de empleos nunca vistos en la historia del país. En efecto, el producto
interno bruto (PIB) creció 5.0 %, la tasa más alta en toda América Latina, mientras la inflación
interanual se ubicó en 3.35 % una de las más bajas de la región. En el mercado laboral se
generaron durante el último año más de 140,000 empleos formales, lo que contribuyó a que el
número de ocupados en el país superará los 5 millones de personas con una tasa de desempleo
de apenas 5.3 %.
El desempeño macroeconómico y el fortalecimiento de los fundamentos de la economía
dominicana el pasado año fueron reconocidos por la comunidad internacional, tanto por las
agencias calificadoras de riesgo como por los inversionistas. En ese sentido, Fitch y Standard &
Poor’s ratificaron sus calificaciones respectivas de BB- y BB, a la vez que confirmaron las
perspectivas de riesgo como positivas y estables. Por otro lado, la confianza de los
inversionistas internacionales en el futuro del país se ha reflejado en flujos de inversión
extranjera directa (IED) que superaron los USD 4,000 millones en los últimos tres años y que en
2024 ascendieron a USD 4,512 millones, monto suficiente para cubrir en su totalidad el déficit de
la cuenta corriente.
No obstante estos resultados positivos, la economía dominicana en 2025 estaría operando en un
contexto internacional caracterizado por alta volatilidad, riesgos geopolíticos e incertidumbre en
torno a las políticas económicas, comerciales y migratorias del nuevo Gobierno del presidente
Trump. Dado lo complejo del entorno internacional y con el objetivo de mantener informados a
los agentes económicos y al público en general, desde la oficina de la Asesoría del Banco
Central de la República Dominicana presentamos un análisis sobre los principales factores que
están gravitando en el comportamiento de la economía mundial y los retos y oportunidades que
presentan para la economía dominicana, su crecimiento y su estabilidad.
1. Retos y oportunidades para la economía dominicana en el nuevo entorno
internacional
Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), la economía mundial crecería 3.3 % en 2025,
impulsada por una mayor expansión de las economías avanzadas. Este escenario, sin embargo,
viene acompañado de riesgos relacionados con alta incertidumbre en la política comercial y
migratoria de Estados Unidos (EE. UU.), el excesivo endeudamiento mundial, los problemas
geopolíticos y la existencia de condiciones financieras internacionales más restringidas.

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Además, podrían ocurrir cambios en la política monetaria de la Reserva Federal (FED). Los
retos que enfrenta la economía dominicana en este contexto son evidentes. La buena
noticia es que existen también oportunidades que pueden aprovecharse para mitigar los
riesgos existentes y mantener el dinamismo económico.
Comencemos con la política comercial. Como parte de su plan de Gobierno, el presidente Trump
anunció el 1 de febrero la imposición de aranceles de 25 % a Canadá y México y de 10 % a
China. Luego de algunas negociaciones, la implementación de aranceles en México y Canadá
fue pospuesta para el 1 de marzo, pendiente de los resultados de nuevas negociaciones. En el
caso de China, la medida entró en vigor el 4 de febrero e inmediatamente el gobierno chino
anunció medidas de represalia que incluyen un arancel de 15% a algunos productos, efectivo a
partir del 10 de febrero. Este ambiente de tensiones comerciales podría generar efectos
significativos en el flujo de las transacciones internacionales de bienes y servicios, afectando la
economía global y provocando un aumento en los precios de los productos importados por
Estados Unidos desde estos países.
A su vez, las exportaciones de EE. UU. al resto del mundo se estarían encareciendo con la
tendencia que muestra el dólar desde septiembre de 2024. En efecto, el índice del dólar
estadounidense (DXY), un indicador que mide el valor del dólar con respecto a las monedas de
seis países industrializados se ha incrementado en torno a 8.0 % en los últimos cuatro meses,
generando nuevas presiones en los mercados cambiarios de las economías emergentes. Aun
tomando en cuenta estas presiones, los riesgos sobre RD podrían mitigarse con las
oportunidades que brinda la diversificación de las exportaciones dominicanas y la cercanía del
país a mercados claves, es decir, el llamado "nearshoring".
En cuanto a los elevados niveles de deuda global que resultaron de las políticas implementadas
durante la pandemia, existe la posibilidad de una desaceleración de los flujos de capitales a las
economías emergentes lo que podría afectar la estabilidad cambiaria de aquellos países que no
cuentan con fundamentos sólidos. Afortunadamente, RD cuenta con dichos fundamentos,
por lo que tiende a recibir, cada año, un alto flujo de remesas que en 2024 fue de USD
10,756 millones y de ingresos turísticos que se ubicaron cerca de USD 11 mil millones. A
esto se suma la inversión extranjera directa ya mencionada y las reservas internacionales
en torno a US$ 13,400 millones al cierre de 2024, cifra por encima de las métricas
requeridas a nivel internacional.
Por otro lado, es indudable que los riesgos geopolíticos a nivel global continúan representando
un reto para la economía nacional, principalmente por su potencial para influir en los precios de
los commodities, particularmente el petróleo. A inicios de 2025, la invasión rusa continúa en
Ucrania con las implicaciones que esto tiene en términos de la oferta de bienes primarios a nivel
internacional. No obstante, recientemente se ha avanzado en las negociaciones que buscan
poner fin al conflicto entre Israel y Hamas, lo que podría aliviar las presiones sobre los precios
internacionales del petróleo.

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Existen otros retos importantes en el contexto presente como es el caso de la incertidumbre en
torno a la política migratoria del presidente Trump, aunque se espera que los efectos sobre la
diáspora dominicana sean menores que los que se tendría sobre otras naciones de América
Latina, dado que una gran parte de la comunidad dominicana en Estados Unidos tiene estatus
legal y forma parte de una migración que inició hace décadas. Esta realidad permite vislumbrar
que los flujos de remesas hacia el país mantendrían su dinamismo, al menos en los próximos
años.
2. Tensiones comerciales, diversificación de exportaciones y “nearshoring”
Podemos identificar el “neashoring” como esa práctica que buscar aprovechar las ventajas de
proximidad geográfica (menos costos de transporte y mayor flexibilidad en la cadena de
abastecimiento) para promover e incentivar el comercio. En el caso dominicano la cercanía con
su principal socio comercial y los avances logrados en la diversificación de su producción y de
sus exportaciones brindan una oportunidad para adaptarse mejor al nuevo entorno global.
Dichos avances pueden observarse en el índice de complejidad económica de la universidad de
Harvard (ECI), indicador que mide la capacidad productiva de unos 145 países tomando en
cuenta su diversidad y ubicuidad. Según este índice, RD mejoró su posición relativa de forma
importante, pasando del lugar 97 en el año 2000 al puesto 63 en el año 2022, superando a
naciones de la región con grado de inversión como Panamá y Perú (gráfico 1). La diversificación
de las exportaciones dominicanas ofrece oportunidades para aprovechar la relocalización de las
cadenas de suministros que podría ocurrir en un entorno de tensiones comerciales.