Julio Hazim y Ramón Santos sobre la reforma agraria de Joaquín Balaguer: Un cambio sin sangre pero necesario
Julio Hazim y Ramón Santos han destacado la importancia de la reforma agraria implementada durante su gobierno, considerada como una de las transformaciones más significativas en la historia reciente del país.
Hazim subrayó que, a pesar de que muchos critican el autoritarismo de Balaguer, la reforma agraria representa un cambio profundo y necesario para la estructura social y económica de la República Dominicana. “La reforma agraria de Balaguer fue una revolución sin sangre, una verdadera conquista que benefició a miles de campesinos”, señaló Hazim. La acción promovió la distribución de tierras y estableció un sistema que permitió a los trabajadores de la tierra poseer lo que cultivaban, algo que anteriormente solo estaba al alcance de terratenientes.
Por su parte, Ramón Santos recordó cómo, durante ese periodo, la ley de aparcería fue un componente clave de la reforma, permitiendo que los campesinos se beneficiaran directamente de los productos que cultivaban. Santos relató anécdotas de su propia experiencia en la reforma, como la de un campesino de la región de Moca, quien demandó por los derechos de tierras, estableciendo un precedente en la lucha por la justicia agraria.
Ambos discutieron los desafíos de la implementación de la reforma, destacando que aunque no todo fue perfecto, se estableció un camino hacia la equidad. Santos reflexionó sobre las dificultades para que las leyes se cumplieran en un contexto social y económico profundamente desigual, pero enfatizó que, al final, el acto de distribuir tierras fue un acto de justicia social que sentó las bases de la clase media rural en el país.
A lo largo del diálogo, Hazim y Santos coincidieron en que la reforma agraria fue un paso crucial hacia la modernización del campo dominicano y la construcción de una nación más equitativa. A pesar de las tensiones políticas de la época, ambos reconocen la trascendencia de una medida que, aunque impopular en algunos sectores, finalmente permitió el acceso a la tierra para muchos dominicanos que antes estaban marginados del desarrollo económico.