Julio Hazim Expone la Coincidencia entre Poderes Políticos y Económicos que Amenaza la Seguridad Social

Julio Hazim señala una preocupante coincidencia entre los poderes políticos y económicos que ejercen su influencia en diversas naciones, advirtiendo sobre la posibilidad de que los planes de seguridad social sean utilizados como aliados en un programa más amplio de control poblacional.

Hazim, sin atreverse a especular sobre la naturaleza exacta de estos planes, destaca la conexión entre el poder político y económico, que aún no domina completamente, pero que posee un aliado potencial en los sistemas de seguridad social. Su comentario surge tras reflexionar sobre el hecho de que en todas las empresas aseguradoras, el diagnóstico de enfermedades como las cardiovasculares lleva a un juego de copagos que impacta directamente en los usuarios.

Resalta el conflicto inherente a la seguridad social, donde los seguros limitan sus coberturas, especialmente en enfermedades costosas, debido a la naturaleza empresarial de la industria. Hazim explica que, a pesar de las sumas mensuales considerables que empleados y patronos pagan (equivalentes al 20% de los ingresos para ARS y pensiones), los seguros se ven obligados a restringir sus coberturas para mantener la rentabilidad.

Frank Raineri, líder destacado en la industria turística local, insta a la renovación de la ley turística, desatando un debate sobre el verdadero impacto económico del turismo en comparación con las remesas. Julio Hazim, conocido comentarista, arroja luz sobre este dilema, destacando la dualidad entre las cifras de divisas y los beneficios tangibles para la población.

Hazim señala que, si bien el turismo puede representar la principal fuente de divisas en términos de monto, las remesas superan en beneficio real para el país. Destaca que el 100% de las remesas llega directamente a las familias, con solo un pequeño porcentaje retenido por las empresas remesadoras. En contraste, el turismo, incluso con la llegada de hasta 10 millones de turistas, plantea desafíos en cuanto a la distribución de beneficios palpables.

El comentarista ilustra que, cuando un turista llega en un crucero, categorizado como visitante, su gasto se limita a un día, con un tope de 100 pesos por persona. Sin embargo, al hospedarse en un hotel, aspectos como el costo del pasaje y la comisión elevada que los turistas pagan a quienes los envían, reducen significativamente el impacto económico real para el país.

Hazim destaca, con un toque de ironía, que incluso los detalles aparentemente menores, como los servicios proporcionados a los turistas, están controlados por un monopolio en cada polo turístico, desde los vuelos hasta los pequeños detalles como los “moñitos” y las actividades nasales.

Julio Hazim aborda el debate en torno a la creación de un tercer sexo, destacando que, aunque la preferencia sexual ha existido siempre, la reciente institucionalización de un tercer género plantea preguntas sobre su conexión con un posible programa de control poblacional.

Hazim sugiere que la preferencia ha sido parte natural de la sociedad, incluso en el reino animal, pero nunca antes se había institucionalizado. Expresa preocupación por la creación de un tercer género, incluso legalmente, señalando que fijar posición al respecto es esencial para comprender su verdadera naturaleza y propósito.

El comentarista plantea la hipótesis de que la creación de este tercer género podría estar dentro de un programa de control poblacional. Hazim argumenta que la institucionalización de esta identidad de género, especialmente después del año 2000, podría ser una estrategia para reducir la tasa de natalidad, ya que las parejas del mismo sexo, biológicamente, no pueden reproducirse de manera natural.