Central Romana

La decisión de la embajadora Francis Campos de iniciar su agenda diplomática con una visita a Central Romana Corporation no es casualidad. El ingenio azucarero estuvo vetado por más de dos años bajo la administración de Joe Biden, acusado de prácticas de trabajo forzoso, y hoy recibe un gesto que parece un “exorcismo” frente a esos cuestionamientos. Más allá de lo protocolar, el recorrido envía un mensaje político y económico: Central Romana es un pilar de empleo en La Romana y motor de desarrollo para La Altagracia y El Seibo. En un contexto de incertidumbre, la diplomacia se acerca a la producción nacional, recordando que la política exterior también se mide en impacto social y económico.