Alcalde de Nueva York advierte no romperá concordato con iglesias porque el estado es el cuerpo y la iglesia el corazón

Miguel Cruz Tejada

NUEVA YORK._ El alcalde de la ciudad, Eric Adams, advirtió ayer martes durante una reunión con grupos religiosos que no romperá el concordato con las iglesias, porque el estado es el cuerpo y la iglesia el corazón.

El ejecutivo municipal de militancia cristiana explicó que si se saca el corazón del cuerpo, el cuerpo muere.

La advertencia de Adams provocó las críticas de representantes de grupos de izquierda y dirigentes demócratas que estaban en evento reaccionando iracundos por las declaraciones del alcalde.

Un concordato es un tipo de acuerdo entre la Santa Sede como representante de la iglesia católica y un estado para regular las relaciones entre ellos, en materias de mutuo interés, teniendo la categoría jurídica de Tratado Internacional.

Esos acuerdos establecen un marco básico de acción entre estado e iglesia en materias legales, jurídicas, culturales y económicas.

Además de la iglesia católica también se aplica a otras sectas siempre que lo hayan firmado.

Adams condenó la separación de la iglesia y el estado, elogiando que se siga orando en las escuelas.

El alcalde, que anteriormente no había ocultado sus valores religiosos personales, hizo la exposición en el evento “Para una Gran Manzana Más Espiritual” en un desayuno anual de líderes religiosos en la sede principal de la Biblioteca Pública en Manhattan.

“No me hables de la separación de la iglesia y el estado. El estado es el cuerpo. La iglesia es el corazón. Sacas el corazón del cuerpo, el cuerpo muere”, añadió Adams.

“No puedo separar mi creencia porque soy un funcionario electo. Cuando camino, camino con Dios. Cuando hablo, hablo con Dios. Cuando pongo en marcha políticas, las pongo con un enfoque divino hacia ellas. Eso es lo que soy”, precisó el alcalde.

Le dijo a la audiencia que la falta de fe puede vincularse a todo, desde la falta de vivienda hasta la violencia doméstica y las armas en las escuelas.

“Cuando sacamos las oraciones de las escuelas, las armas entraron a las escuelas”, expresó.

La Declaración de Derechos que garantiza la separación de la iglesia y el estado y exigía la oración en las escuelas públicas fue prohibido en 1962.

Los comentarios de Adams fueron inmediatamente criticados por algunos activistas de libertades civiles.

“Para que nuestro Gobierno realmente nos represente, no debe favorecer ninguna creencia sobre otra, incluida la no creencia”, dijo en su cuenta twitter la Unión de Libertades Civiles de Nueva York (NYCLU) que también emitió un comunicado de prensa criticando al alcalde.

“En asuntos de fe, el alcalde tiene derecho a sus propias creencias. En cuanto a la Constitución, debe mantener su juramento”, agrega NYCLU.

La presidenta de esa organización, abogada Donna Lieberman, agregó en la declaración que es extraño que el alcalde Adams necesite un curso de actualización sobre la Primera Enmienda de la constitución de Estados Unidos que establece la libertad de credos.

“Después de todo, ha jurado defender la constitución más de una vez, primero como oficial de la policía, luego como representante estatal y el año pasado al convertirse en alcalde”, dijo la activista.

Naomi Paiss, ex directora de Americans United for Separation of Church and State (Americanos Unidos por la Separación de la Iglesia y el Estado), también se pronunció en twitter diciendo que “demasiado para los alcaldes de ciudades azules que defienden un principio fundamental de la sociedad estadounidense”.

Adams respondió que es una tragedia shakesperiana cuando los residentes de la ciudad no exploran y aprecian a Nueva York.

“Cuando entro en un templo sij o me siento en una sucá o voy a una celebración de Diwali, ¿sabes cuántas personas en esta ciudad nunca han abandonado los límites geográficos del vecindario en el que viven y los límites geográficos de su mentalidad?”, señaló Adams en referencia a su participación en eventos de diferentes sectas religiosas.

“Solo conocen a personas que se parecen a ellos, hablan como ellos, comen la misma comida, hacen las mismas cosas. Esa es una tragedia de Shakespeare y una teoría anti Cristóbal Colón, creer que si dejas tu proceso de pensamiento intelectual, te vas a caer de algún tipo de globo o planeta.

“No, expande la belleza de esta diversidad”, indicó el alcalde.