Michael Hazim y Ramón Santos analizan el deterioro de Haití y la estrategia económica de China

Michael Hazim y Ramón Santos abordaron dos temas de gran interés para la región: el colapso institucional de Haití y el funcionamiento del modelo económico chino, desmintiendo percepciones erróneas.

Hazim planteó que, al analizar el impacto del deterioro haitiano, es necesario comparar las condiciones del pasado con las actuales para entender la magnitud del problema. Propuso que se recopilen cifras sobre el libre tránsito comercial y laboral entre Haití y República Dominicana, especialmente antes de que el control de las bandas armadas hiciera inviable ese intercambio.

“Debemos comparar lo que era Haití en términos de producción, tránsito y empleo cuando aún existía una cierta institucionalidad, con lo que es ahora”, expresó Hazim. Aclaró que el objetivo del análisis no es alimentar el pesimismo, sino comprender la dimensión real de los retos actuales y la necesidad de tomar decisiones que ayuden a estabilizar tanto a Haití como a la región.

Santos, por su parte, agregó que las medidas recientes, como la declaración de las bandas haitianas como grupos terroristas y la sustitución del comercio terrestre por marítimo, son pasos hacia la regularización, aunque insuficientes por sí solos. “No se trata de que de la noche a la mañana la República Dominicana se desarrolló al punto de no necesitar mano de obra extranjera; el verdadero problema es que los haitianos ya no tienen posibilidades de retorno a su país”, subrayó.

En la parte final del programa, ambos comentaristas respondieron a un oyente que abordó la percepción negativa sobre la comunidad china en el país. Hazim aclaró que muchas veces se acusa injustamente a los comerciantes chinos de lavado de activos por su manejo en efectivo, aunque operan con normalidad y transparencia. “La comunidad china tiene su estructura clara. En muchos casos, el dinero que generan no retorna a China, sino que se reinvierte localmente en propiedades y negocios”, explicó.

El especialista añadió que el modelo económico chino se basa en una cadena organizada de producción y exportación, y que el capital se queda en los países donde se genera, impulsando así la inversión local. Santos coincidió, señalando que muchos comerciantes chinos en República Dominicana pagan sus impuestos y operan con cuentas bancarias, como cualquier otro ciudadano.

Ambos hicieron un llamado a observar estos fenómenos con más objetividad y menos prejuicios, destacando que ni el caos haitiano ni la actividad comercial china deben simplificarse con estigmas. También recordaron la importancia de la Feria Agroalimentaria de la Junta Agroempresarial Dominicana, que tendrá lugar este viernes 30, y a la que esperan dedicar un espacio próximamente en su programa.