El Origen de la Antigua Orden: Uniforme, Patriotas y Una Nueva Restauración
Con apenas 28 años, Angelo Vásquez lidera un movimiento que ha captado la atención nacional por su organización, su discurso patriótico y, sobre todo, por su uniforme. La Antigua Orden Dominicana, como se denomina el colectivo fundado por Vásquez en 2011, surgió según su creador como una respuesta al desorden institucional, la pérdida de valores patrios y la falta de organización ciudadana ante lo que considera una amenaza migratoria y cultural.
En una extensa entrevista, Vásquez explicó que el uso del uniforme —de aspecto militar— responde a una intención clara: “proyectar orden en medio del caos”, y no representa una disposición armada, sino un mensaje visual que acompaña la disciplina de la organización. “Nosotros somos una orden. Y como tal, queremos que el país vea en nosotros estructura, compromiso y seriedad”, afirmó.
La Antigua Orden, legalmente registrada como un movimiento patriótico en ONAPI, afirma contar con más de 30,000 miembros distribuidos en todo el país. Funciona bajo una estructura territorial con líderes provinciales y municipales que se reúnen quincenalmente, y según Vásquez, no responde a intereses políticos, empresariales ni de organismos internacionales. “No recibimos fondos del gobierno, ni de partidos, ni de medios. Lo poco que hacemos lo logramos con el aporte voluntario de nuestros miembros, incluso desde el exterior”, aseguró.
Sobre su posicionamiento frente a la migración haitiana, Vásquez fue enfático: “No se trata de odio. Se trata de defender nuestra soberanía y nuestras instituciones. La lucha es contra la presencia masiva e ilegal, que está desplazando al dominicano en sectores clave como la agricultura, la construcción y los servicios públicos”.
El joven dirigente detalló que la Antigua Orden ya ha propuesto políticas concretas al gobierno, incluyendo la mecanización de sectores productivos para sustituir la mano de obra irregular y facilitar la reinserción laboral de miles de dominicanos desplazados. “Queremos organizar a los que hoy son motoconchistas, obreros sin rumbo, y convertirlos en fuerza productiva nacional”, afirmó.
En un país donde la palabra “orden” parece cada vez más ausente del discurso cotidiano, la Antigua Orden Dominicana propone —con controversia incluida— una nueva “restauración nacional” basada en valores, disciplina y soberanía.