Cardióloga advierte sobre riesgos cardiovasculares en mujeres tras el parto y la menopausia
La cardióloga clínica Pamela Piña, especialista en imágenes cardíacas avanzadas de CEDIMAT, advirtió que las enfermedades cardiovasculares representan la principal causa de muerte en las mujeres, superando incluso al cáncer de mama y a la suma de todos los cánceres combinados. Durante su participación en un segmento de salud, la especialista destacó que persiste la idea errónea de que las mujeres no enfrentan riesgos cardíacos significativos, cuando en realidad las cifras muestran un panorama preocupante.
La doctora explicó que antes de la menopausia las mujeres cuentan con cierta protección hormonal gracias a los estrógenos, lo que retrasa la aparición de la enfermedad coronaria en comparación con los hombres. Sin embargo, al llegar a la menopausia, la incidencia se iguala y, en muchos casos, los factores de riesgo —como hipertensión, diabetes u obesidad— ya están presentes, lo que aumenta la gravedad de las complicaciones.
Piña alertó que ciertos eventos exclusivos de la vida reproductiva femenina, como la preeclampsia, la diabetes gestacional, la hipertensión durante el embarazo y el parto prematuro, incrementan de manera significativa el riesgo cardiovascular a largo plazo. Señaló además que la mortalidad materna en el mundo está asociada en gran medida a complicaciones cardíacas, especialmente la preeclampsia y la eclampsia, ambas potencialmente prevenibles si se detectan y manejan a tiempo.
Indicó que una de las mayores barreras para la atención oportuna es la tendencia de muchas mujeres a relegar sus propios síntomas por priorizar las necesidades de la familia. También recordó que los infartos en mujeres suelen manifestarse de forma distinta a los hombres: con fatiga extrema, náuseas, dolor mandibular o dificultad para respirar, síntomas que pueden confundirse con estrés o agotamiento.
En cuanto a la prevención, la especialista recomendó chequeos anuales a partir de los 40 años. No obstante, dijo que las mujeres con antecedentes de preeclampsia, historial familiar de enfermedad coronaria temprana, enfermedades autoinmunes como lupus o artritis reumatoide, o cualquier síntoma sugerente, deben iniciar el seguimiento antes de esa edad.
Piña propuso implementar programas de monitoreo posparto para mujeres que hayan sufrido preeclampsia, ya que muchas continúan con hipertensión después del embarazo sin saberlo. Entre las sugerencias mencionó la entrega de equipos de medición para uso domiciliario y sistemas de reporte a los médicos mediante mensajes o llamadas, con el fin de garantizar un seguimiento temprano y evitar complicaciones futuras.
La especialista reiteró la importancia de la educación sanitaria, la detección temprana, el manejo adecuado de los factores de riesgo tradicionales —como la presión arterial, el colesterol, la dieta y el ejercicio— y la reducción del estrés, que afecta de forma particular a las mujeres debido a su carga laboral y doméstica.

