Yunior Espinosa: “La intolerancia se está apoderando del debate público y privado”
Yunior Espinosa advirtió que la intolerancia social y política se está extendiendo tanto en el espacio público como en la vida privada, afectando la convivencia democrática y el libre intercambio de ideas en la República Dominicana.
Durante su intervención en Revista 110, Espinosa lamentó que el país viva una “etapa de etiquetas” donde las personas son clasificadas o descalificadas según sus opiniones:
“Si apoyas la igualdad, eres un radical; si criticas a un político, eres antipolítico; si reclamas justicia ambiental, te llaman talibán medioambiental. Ya no hay matices, todo se ha vuelto blanco o negro”, expresó.
El analista señaló que las redes sociales y la presión de grupo fomentan una cultura de cancelación y linchamiento moral que desalienta el pensamiento crítico.
“Hoy en día, el que piensa diferente es atacado. Y lo más grave: la intolerancia ya no solo se ve en los medios, sino también entre amigos y familiares”, advirtió.
Espinosa defendió el valor de la diversidad de ideas y llamó a recuperar el respeto en la conversación pública:
“El debate de ideas con respeto es lo que produce cambios. Prefiero al ciudadano que todo lo critica al que todo lo justifica, porque el que critica impulsa mejoras y el otro fomenta la conformidad.”
En la parte final de su comentario, Espinosa abordó también el funcionamiento del Consejo Nacional de la Magistratura (CNM), señalando que su actual proceso de evaluación de jueces repite las mismas falencias del pasado:
“Antes de comenzar las entrevistas ya se sabe quiénes serán ratificados y quiénes no. El CNM sigue siendo un órgano esencialmente político; el mérito técnico es lo que menos pesa.”
El comunicador instó a reformar los mecanismos de designación y evaluación judicial, asegurando que “los ciudadanos merecen respeto cuando postulan a cargos públicos” y que los procesos deben realizarse con transparencia real y criterios objetivos.
Espinosa concluyó con una reflexión sobre el estado del país:
“Si seguimos cultivando la intolerancia y la simulación institucional, no habrá espacio para el diálogo ni para la justicia. Y sin justicia, no hay democracia posible.”