“¿Por qué echaron al hombre que hizo el mejor trabajo en 3 años? | La respuesta es escandalosa”
Dewin Stalin Batista, ex empleado de la Dirección General de Jubilaciones y Pensiones, denunció este sábado presuntas irregularidades en la institución tras ser cancelado a pesar de haber recibido elogios por su desempeño.
Batista, quien ingresó como fotógrafo pero terminó realizando múltiples funciones de comunicación y apoyo institucional, aseguró que su salida se produjo luego de incomodar a sectores internos. Según relató, el propio director Juan Rosa llegó a reconocer que en tres años nadie había hecho un trabajo de la calidad de los que él entregaba.
“Me convertí en un utility, hacía videos, audios, recorría el país. Sin embargo, eso me ganó enemigos. Y a pesar de que el director me halagaba, terminé fuera”, expresó en el programa Revista 110.
El ex empleado denunció que la institución estaría operando como “una finca familiar”, asegurando que más de 30 parientes del director figuran en la nómina. También cuestionó el manejo de las llamadas pensiones solidarias y especiales, que –según dijo– en muchos casos benefician a personas sin vínculo laboral con el Estado, como taxistas turísticos o allegados políticos, mientras empleados con derecho adquirido pasan años esperando su pensión.
“Si usted es un trabajador que merece una pensión por ley, tiene que luchar mucho. Pero si es un compañero del partido, basta con mandar la cédula y en poco tiempo sale el decreto”, denunció.
Batista afirmó además que llegó a procesar miles de cédulas de movimientos políticos y de ultramar para ser incluidas en paquetes de pensiones, lo que calificó como una práctica irregular aunque amparada formalmente por decretos presidenciales.
El exempleado sostuvo que incluso acudió a la Dirección de Ética e Integridad Gubernamental antes de ser cancelado, pero que allí le advirtieron que “la soga se corta por lo más débil” y lo instaron a guardar silencio.
“Lo que yo estoy diciendo no es porque esté quillado, es porque hay demasiada indignación con un sistema que favorece a los que menos derecho tienen y retrasa a quienes sí han trabajado para el Estado”, concluyó.