Alfred Malek analiza la crisis siria y la situación en Medio Oriente: entre la geopolítica y la historia

Alfred Malek, ex presidente del Club Libanés-Sirio-Palestino, ofreció una visión detallada sobre la compleja situación en Siria y sus implicaciones en el Medio Oriente tras la caída del régimen de Bashar al-Assad. A pesar de no ser un experto en política internacional, Malek, descendiente de árabes y conocedor de las dinámicas culturales de la región, destacó los factores históricos, geopolíticos y sociales que han moldeado la crisis actual.

Malek subrayó que Siria, gobernada por la familia Assad durante 54 años, vive las consecuencias de años de aislamiento, tensiones internas y alianzas controvertidas, especialmente con Irán y su apoyo a grupos como Hezbolá. “La caída de Assad no se dio de la noche a la mañana, es el resultado de décadas de conflictos internos y la Primavera Árabe, que reavivó las tensiones en la región”, explicó.

En cuanto a las implicaciones geopolíticas, destacó el interés de actores internacionales como Rusia, Estados Unidos e Israel en Siria. “Rusia busca mantener su base militar en el Mediterráneo, mientras que Estados Unidos apoya a los kurdos en el norte del país, generando tensiones con Turquía, que tiene sus propios intereses estratégicos”, indicó. Además, afirmó que Israel, tras las recientes tensiones con grupos extremistas como Hamás, podría buscar consolidar su seguridad eliminando amenazas en la región, incluida Siria.

Malek también analizó el papel del Club Libanés-Sirio-Palestino en la diáspora árabe dominicana, aclarando que la organización no tiene un enfoque político. “El club fue fundado por migrantes libaneses, sirios y palestinos, y su función es social, no política. Es importante separar estos roles en comunidades tan diversas”, sostuvo.

En cuanto a la Primavera Árabe, Malek la describió como un movimiento impulsado por demandas sociales y políticas en países árabes con sistemas no democráticos. “Fue una cadena de eventos que comenzó en el norte de África y se expandió, pero terminó fragmentándose por la complejidad del panorama geopolítico”, añadió.

Con respecto al futuro de Siria, Malek es escéptico sobre una rápida estabilización. “La intervención de actores internacionales, los múltiples grupos étnicos y religiosos, y las heridas profundas en la sociedad siria dificultan una solución a corto plazo”, concluyó.