Caos en el Tránsito: Problemas y Soluciones Reales para la República Dominicana

El tránsito en la República Dominicana se ha convertido en una problemática estructural que afecta la movilidad de los ciudadanos y la eficiencia del transporte. Según Joel Gneco Gross, Director de Tránsito y Viabilidad del Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (INTRANT) y especialista en movilidad urbana, la situación se debe a una combinación de factores, incluyendo el desorden en el desarrollo urbano y la falta de planificación adecuada en la infraestructura vial.

Gneco Gross señala que una de las principales causas del caos vehicular es la proliferación de urbanizaciones informales, donde la creación de calles y avenidas no sigue una planificación estructurada. Esto se traduce en vías angostas y sin capacidad suficiente para soportar el crecimiento del parque vehicular.

Otro problema fundamental es la excesiva dependencia del vehículo privado. “En el país, el transporte público no ha evolucionado al ritmo que exige la demanda, lo que obliga a muchos ciudadanos a depender de sus automóviles particulares”, explicó Gneco Gross. Esta situación se agrava con la falta de corredores de transporte masivo, una solución que ha sido efectiva en grandes ciudades del mundo.

Soluciones a la Vista

Para mitigar la crisis del tránsito, el especialista destaca la necesidad de implementar corredores de autobuses con carriles exclusivos en las principales avenidas del país, como la 27 de Febrero y la Carretera Mella. “El transporte público debe ser más eficiente y organizado. Actualmente, las rutas son operadas por sindicatos como Fenatrano, pero es necesario que el Estado impulse la modernización de estos sistemas”, agregó.

Otro factor clave es la implementación de estrategias de “evaporación del tráfico”, lo que implica reducir la cantidad de vehículos individuales en la vía y sustituirlos por unidades de transporte más eficientes. Según datos de movilidad, los autobuses y motocicletas ocupan menos espacio en relación con el número de personas transportadas, en comparación con los automóviles particulares.

Asimismo, se plantea la implementación de transporte institucional para empleados públicos, lo que reduciría la cantidad de vehículos en las principales arterias viales durante horas pico. “Muchas instituciones podrían coordinar servicios de transporte colectivo para sus empleados, especialmente en zonas con alta concentración de oficinas gubernamentales, como el Centro de los Héroes y Gascue”, sugiere Gneco Gross.

Finalmente, el experto cuestionó la inversión en sistemas como el teleférico, argumentando que con los mismos recursos se podrían haber realizado ampliaciones viales más efectivas para mejorar el flujo del tránsito.