Sin árbitros
El país ya no tiene árbitros, esas voces que fijan posición frente a los temas nacionales sobre todo cuando interponen el interés nacional, o cuando defienden la sociedad por encima de los intereses políticos o empresariales. Cuando hablaba el cardenal López Rodríguez, monseñor Agripino Núñez Collado o escribía Rafael Herrera se detenían muchas cosas. Ahora prima lo que digan unos personajes de redes sociales que no cuentan con la suficiente credibilidad para incidir en las decisiones del poder, solo hacen bulla. Mientras, se toman muchas medidas que afectan los intereses de la sociedad. Con los años muchos entenderán porque les digo que no estamos mejor que antes.