Se agudiza la guerra entre Harvard y la Casa Blanca: Trump exige cancelar programa académico vinculado a China
La tensión entre la Universidad de Harvard y la administración de Donald Trump ha escalado a un nuevo nivel, luego de que la Casa Blanca diera un ultimátum de 30 días a la institución académica para presentar argumentos que justifiquen su programa de intercambio estudiantil con ciudadanos chinos. La Casa Blanca considera que el programa representa un “riesgo para la seguridad nacional” y alega que podría estar siendo utilizado por el Partido Comunista Chino para infiltrar espías en Estados Unidos.
El programa, calificado por la universidad como una plataforma de liderazgo global, ha sido señalado por el gobierno de Trump como una puerta de entrada para la tecnificación de cuadros comunistas que luego regresan a China con conocimientos adquiridos en instituciones estadounidenses de alto nivel.
En medio de esta disputa, el Partido Republicano ha cerrado filas en apoyo a la posición de Trump, argumentando que Harvard mantiene una política de apertura exclusiva con miembros del Partido Comunista Chino. La presión ha generado un clima de incertidumbre dentro del campus, especialmente entre estudiantes extranjeros, quienes han empezado a cancelar su participación en ceremonias de graduación y actividades académicas internacionales.
Para el expresidente Trump, la raíz del conflicto es ideológica. Según comenta la analista Greysis de la Cruz en el programa Revista 110, “Trump critica la ideología liberal de Harvard, pero no busca eliminar la ideología de la educación; lo que quiere es reemplazarla con la suya: una visión ultraconservadora de la sociedad.”
De la Cruz también señala que, detrás de esta ofensiva, podrían existir motivaciones personales no confirmadas: “Se rumora que Donald Trump guarda resentimiento con Harvard porque no fue admitido cuando tenía 18 años, y recientemente su hijo tampoco habría sido aceptado. Aunque la universidad se ha negado a confirmar si Baron Trump aplicó, esto ha alimentado la especulación sobre un trasfondo más emocional que institucional.”
Harvard, por su parte, ha acudido a la vía judicial para defender la legalidad de su programa y está a la espera de una audiencia clave este jueves. Aunque la universidad posee recursos financieros suficientes para resistir el embate, se encuentra bajo presión para modificar su política de intercambio con China, en particular el programa “Líderes de China en Desarrollo”.
La decisión de si se cancela o no este programa será crucial. “Si Harvard accede a eliminar ese componente chino, es posible que logre un acuerdo con Trump y preserve los espacios para estudiantes de otras nacionalidades, incluidos los dominicanos”, señaló De la Cruz.