Rusia

EE. UU. ha conseguido que Vladimir Putin pierda influencia en su propio territorio, mientras se concentra en no perder a Ucrania, ha descuidado su influencia en su vecino Azerbaiyán, que ha preferido hacer negocios con EE. UU. Turquía e Israel, un golpe para el Kremlin. En momentos, en que Rusia perdió a Siria, y le cancelaron los contratos de construcción para dárselo a Turquía. Además, se le canceló el contrato de arrendamiento del Puerto de Tartús donde tenía su única base naval en el Mar Mediterráneo, ahora patalea reconociendo el gobierno de los talibanes en Afganistán, pero el daño está hecho, el sueño de una Rusia líder euroasiática, se le han puesto un freno.