Roberto Cassá analiza orígenes de conflictos RD-Haití

El historiador y director del Archivo General de la Nación, Roberto Cassá, ofreció una profunda reflexión sobre los orígenes de los conflictos entre la República Dominicana y Haití, destacando los momentos clave de la historia que han marcado las relaciones entre ambas naciones.

En su intervención, Cassá remarcó cómo las diferencias históricas de la isla se deben a los distintos orígenes coloniales de cada país. Mientras que la colonia francesa de Saint-Domingue (actual Haití) fue la más rica del mundo en su época, caracterizada por una economía basada en plantaciones y una alta tasa de esclavitud, la colonia española en la parte oriental de la isla (actual República Dominicana) siguió un camino diferente.

Cassá explicó que, tras la independencia haitiana en 1804, la lucha interna de Haití, marcada por antagonismos étnicos y sociales, contribuyó a la falta de cohesión del nuevo Estado haitiano. Estos conflictos, según el historiador, fueron una de las principales causas de la inestabilidad en la región, que también afectó a la relación con los dominicanos.

Uno de los puntos clave de su análisis fue el Tratado de Basilea de 1795, que cedió la parte oriental de la isla a España, y cómo la ocupación haitiana de 1822, seguida de la independencia de la República Dominicana en 1844, marcó un punto de quiebre. Cassá enfatizó que, sin la debilidad interna de Haití, la independencia dominicana probablemente no hubiera sido posible.

Además, el historiador abordó la influencia de la política haitiana a lo largo de la historia dominicana, incluyendo la intervención haitiana en 1844 y las relaciones difíciles bajo gobiernos como los de Pedro Santana, que buscaba anexar el país a potencias extranjeras, y el apoyo que los haitianos brindaban a diferentes facciones en la República Dominicana.

Cassá también reflexionó sobre el papel de los sectores intelectuales haitianos, quienes, según él, todavía consideran a la República Dominicana como un “intruso” en la isla, argumentando que los problemas haitianos son responsabilidad de los dominicanos. Esto, aseguró, sigue alimentando un sentimiento de resentimiento hacia la República Dominicana, especialmente en sectores más radicales de la intelectualidad haitiana.