Michael Hazim y Andrés Terrero analizan el Presupuesto 2026 y alertan sobre el reto del 4 % a educación

Michael Hazim y Andrés Terrero dedicaron un amplio análisis al Presupuesto General del Estado para el año 2026, con énfasis en la planificación fiscal, el crecimiento del gasto público y el cumplimiento de la asignación del 4 % del PIB a la educación, en el contexto del debate sobre la posible fusión de los ministerios de Educación y de Educación Superior, Ciencia y Tecnología.

Durante el comentario, ambos coincidieron en que el presupuesto refleja un aumento significativo del gasto, al pasar de aproximadamente 1.48 billones de pesos en 2025 a 1.84 billones en 2026, lo que representa un crecimiento cercano al 24 %. Señalaron que el gasto total crece por encima de los ingresos, con un déficit estimado en torno a los 200 mil millones de pesos, que será cubierto mediante endeudamiento autorizado por el Congreso por más de 400 mil millones, incluyendo amortizaciones de capital.

Terrero explicó que el presupuesto mantiene una alta proporción de gasto social, con especial peso en educación, salud y pensiones, destacando que el gobierno incrementó en más de 130 % la partida destinada a jubilaciones y pensiones estatales, lo que eleva ese renglón a alrededor del 5.3 % del presupuesto nacional. Advirtió, sin embargo, que este aumento implica riesgos fiscales que deberán ser manejados con cuidado para no presionar excesivamente las finanzas públicas.

En cuanto a educación, Hazim detalló que el Ministerio de Educación tiene asignados alrededor de 332 mil millones de pesos para 2026, mientras que el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología cuenta con unos 23,276 millones, lo que en conjunto supera los 350 mil millones de pesos y cumple, en términos globales, con el mandato del 4 % del PIB. Ambos subrayaron que el principal desafío no es solo el monto, sino la eficiencia y la correcta distribución de esos recursos, especialmente si se concreta la fusión institucional planteada por el Poder Ejecutivo.

El análisis también abordó el aumento del gasto de capital, que se proyecta en torno al 2.5 % del PIB, superior al año anterior, como una apuesta del gobierno para dinamizar la economía a través de la inversión pública. Terrero sostuvo que este enfoque busca compensar el crecimiento del gasto social sin asumir un costo político por recortes en áreas sensibles.

Finalmente, Hazim y Terrero coincidieron en que el debate presupuestario debe centrarse en mejorar la calidad del gasto, fortalecer la planificación y asegurar que reformas estructurales, como la fusión de ministerios y la reasignación de partidas educativas, se realicen con claridad legal y consenso social, para evitar distorsiones en un sector considerado clave para el desarrollo del país.