Michael Hazim: “Una reforma fiscal progresiva no golpea de golpe el bolsillo”

Michael Hazim explicó en La Revista 110 el alcance real del concepto de reforma fiscal progresiva propuesto por el ministro de Hacienda, comparándolo con el modelo de apertura comercial del Tratado de Libre Comercio (CAFTA-DR) firmado hace dos décadas.

Hazim señaló que, al igual que en ese tratado, los cambios tributarios deben aplicarse de manera gradual y consensuada, permitiendo a los distintos sectores de la economía ajustarse con tiempo:

“Cuando se habla de progresiva, significa no hacerlo todo de golpe. Así como en el CAFTA se desmontaron los aranceles en plazos diferentes, una reforma fiscal debe incorporar los impuestos por etapas, sin asfixiar el bolsillo del consumidor.”

El analista explicó que una aplicación escalonada podría implicar que solo una parte de los productos exentos comience a pagar ITEBIS en el primer año, y que las tasas se ajusten paulatinamente en un periodo de hasta diez años.

“Tú no puedes ponerle el 18% de un golpe a todos los alimentos. Se pueden incluir 100 productos este año, 100 el próximo, y mantener exentos los de primera necesidad”, indicó.
“Al mismo tiempo, puede reducirse progresivamente el impuesto a los artículos que hoy pagan la tasa completa, hasta equilibrar el sistema.”

Hazim aclaró además que el endeudamiento público reciente —como la emisión de bonos soberanos por 1,600 millones de dólares— no representa un nuevo riesgo, sino parte de la planificación presupuestaria aprobada desde 2024:

“No es deuda nueva. Es lo que ya se había programado en el presupuesto. Lo importante es que el país logró colocar bonos al 5.85%, una tasa que refleja la confianza de los inversionistas internacionales en la economía dominicana.”

El comentarista insistió en que la clave es mantener una reforma gradual, consensuada y sostenible, y no convertir el tema en una disputa partidaria:

“El presidente debe hacer su reforma, pero hacerlo con sensatez. Progresiva significa dar pasos pequeños, como cuando se acordó el aumento salarial en dos etapas: eso es consenso, eso es gradualidad.”

Hazim concluyó señalando que una economía sana requiere equilibrio entre gasto, deuda y producción:

“Deber no es malo. Lo malo es deber más de lo que produces. El país tiene capacidad de pago y confianza, pero necesitamos disciplina y realismo para no vivir por encima de nuestros ingresos.”