Julio Hazim y Félix Decena: “La eficiencia en las obras públicas depende más de la gerencia que del cemento”
En una amplia conversación en Revista 110, Julio Hazim y Félix Decena analizaron la evolución de las construcciones públicas en República Dominicana, destacando la importancia de la organización, la supervisión y la eficiencia gerencial por encima del simple gasto en infraestructura.
Hazim recordó que desde el escándalo de Odebrecht, el país vive “un antes y un después” en materia de obras públicas, y que pese a la corrupción del pasado, esa compañía introdujo modelos de gerencia y seguridad laboral que transformaron la construcción nacional.
“Odebrecht trajo una disciplina de trabajo que no habíamos visto: personal con cascos, chalecos, arnés, supervisión técnica constante. Podremos cuestionar lo ético, pero su eficiencia fue innegable”, dijo.
Por su parte, Félix Decena coincidió en que muchas obras actuales carecen de orden y planificación, comparando la organización del nuevo paso a desnivel de la 6 de Noviembre con el desorden de otras construcciones en curso.
“Esa obra se nota bien hecha, con ritmo y limpieza. Cuando se trabaja con gerencia, se nota. Hay obras que parecen viejas antes de inaugurarse”, comentó.
“La corrupción no siempre explica el atraso”
Ambos señalaron que en muchos casos, los problemas no provienen solo de corrupción, sino de mala planificación financiera y administrativa. Hazim explicó que “una obra puede costar cinco mil millones y tener apenas un diez por ciento de sobrecosto, pero el resto del problema es gerencial”.
También debatieron sobre los consorcios y contratistas, recordando experiencias en obras como Punta Catalina y los elevados de la 27 de Febrero, donde el diseño y la ejecución requerían coordinación entre múltiples empresas.
“Odebrecht no solo construía, organizaba. Ellos preparaban el proyecto, contrataban, supervisaban y entregaban llave en mano. Esa era su verdadera especialidad”, explicó Decena.
De la obra física a la gestión hospitalaria
La conversación se amplió al tema de la administración hospitalaria, tras la reciente inauguración del Hospital José Joaquín Puello, donde ambos coincidieron en que la falta de mantenimiento y continuidad puede afectar incluso a las obras mejor construidas.
“Una obra de salud no termina con la cinta. Hay que prever mantenimiento, equipos, garantías y administración. Un médico no puede dirigir un hospital como si fuera su consultorio”, advirtió Hazim.
Reflexión final
El comunicador cerró con una crítica a la cultura de improvisación y amiguismo que todavía afecta al sistema de contrataciones públicas:
“Aquí la gente quiere que las obras se hagan rápido, pero no entienden que el problema no es el cemento ni el hierro, sino la gerencia. Las obras deben durar, no solo inaugurarse”.
La conversación dejó claro que, para ambos analistas, la eficiencia, la transparencia y la supervisión técnica son los pilares del progreso en infraestructura pública.