Julio Hazim cuestiona influencia del Poder Ejecutivo en la Cámara de Cuentas; Andrés Terrero asegura que la independencia depende de la ética personal
Julio Hazim interrogó al ex presidente de la Cámara de Cuentas, Andrés Terrero, sobre la posible injerencia del Poder Ejecutivo en las decisiones de ese organismo. “¿Influye el Poder Ejecutivo en la Cámara de Cuentas?”, preguntó Hazim, a lo que Terrero respondió de manera categórica: “Reitero que no”.
Terrero admitió que, aunque los nombramientos tienen origen político y las ternas para presidir la Cámara eran remitidas por el Presidente de la República al Senado, la independencia real del órgano recae en la ética de sus miembros. “Yo fui escogido siendo amigo del presidente Fernández, pero nunca recibí una llamada ni de él ni de nadie para decirme qué debía hacer”, afirmó.
Durante la conversación, Hazim recordó una anécdota sobre el actual juez del Tribunal Constitucional Alejandro Báez, quien al ser rechazado por el entonces presidente Danilo Medina, le dijo: “Si algún día tengo que tomar una decisión sobre usted, no tomaré en cuenta este rechazo”. Esa cita sirvió para reforzar el argumento sobre la importancia de la independencia de criterio.
Terrero sostuvo que “la independencia, la objetividad y la ética están en cada quien”, y exhortó a los actuales miembros de la Cámara, encabezados por Emma Polanco, a realizar su labor sin temor y sin distinción: “Auditen y publiquen, que la sociedad se lo agradecerá”.
Sobre la limitada capacidad de la Cámara para auditar más de 4,000 instituciones públicas y con participación estatal, Terrero explicó que es necesario priorizar aquellas con mayor impacto presupuestario. También defendió el uso de firmas externas y señaló que muchas auditorías se retrasan por falta de documentación o por la renuencia de los auditados a colaborar.
Finalmente, destacó que “todo el que maneja fondos públicos debe rendir cuentas, sin importar su jerarquía” y celebró el hecho de que autoridades, como el presidente del Senado, hayan solicitado ser auditados como un gesto de transparencia que debe multiplicarse.