Julio Hazim Aclara Dudas de sus Televidentes y Reflexiona sobre la Evolución de la Comunicación en su Programa
Julio Hazim dedicó su espacio en Revista 110 para responder a preguntas de sus televidentes y reflexionar sobre su trayectoria de casi cuatro décadas en los medios de comunicación. Durante su intervención, abordó temas como las dinámicas familiares que lo conectan con su audiencia, la evolución tecnológica en el periodismo y la libertad de expresión en un contexto político y social cambiante.
Hazim destacó la informalidad como característica distintiva de su programa, asegurando que este no sigue las reglas tradicionales de la televisión, sino que refleja la cotidianidad y la espontaneidad de la vida diaria. “No es raro que una persona me diga: ‘Yo lo veo porque mi papá siempre ponía su programa’. Esa es la conexión de generaciones que hemos logrado”, expresó.
El comunicador también reflexionó sobre los cambios en el flujo informativo, señalando cómo las redes sociales han transformado la inmediatez de las noticias, mientras su programa sigue siendo un referente para un público fiel. Asimismo, compartió experiencias personales, como los comentarios de televidentes sobre su salud y la interacción con personas que recurren al programa para expresar inquietudes o compartir anécdotas.
Hazim abordó la dificultad de mantener la imparcialidad en un medio donde los juicios políticos, religiosos y sociales son inevitables. Señaló que a menudo sus invitados y colaboradores generan polémica, pero defendió la importancia de permitir la libre expresión. “Esto no es un juego de ‘esto sí, esto no’; aquí se da la oportunidad de hablar, aunque no todos lo entiendan”, afirmó.
Finalmente, en el marco de la temporada navideña, Julio Hazim recordó la importancia de los valores familiares y sociales, haciendo un llamado a la transparencia en el ámbito público y a la responsabilidad de los funcionarios en sus explicaciones hacia la ciudadanía. “El país necesita que le expliquen. Usted no puede ser parte de un gobierno y jugar a la clandestinidad. La comunicación es esencial”, concluyó.