José Abreu: Urge reabrir consulados dominicanos en Haití y repensar estrategias ante bandas armadas
Situación de Haití y bandas delincuenciales
Haití enfrenta un aumento desproporcionado de adolescentes involucrados en bandas (50,000 a 100,000 jóvenes entre 10 y 17 años).
La unificación de la banda G9 y la Gran G ha fortalecido su control sobre Puerto Príncipe y algunas provincias.
Las misiones internacionales, como la keniana, fracasaron principalmente por falta de recursos, no por falta de intención.
José Abreu considera que una intervención militar externa para “terminar con las bandas” no resolverá el problema: se requiere reconciliación nacional y participación de los grupos armados en soluciones políticas.
Migración y consulados dominicanos
Los cinco consulados dominicanos en Haití (Puerto Príncipe, Cahuao, Juana Méndez, Veladere y Anza Píter) llevan 2 años cerrados, lo que fomenta la migración irregular.
La reactivación de los consulados permitiría regularizar a los ciudadanos haitianos con visados de trabajo y pasaportes, evitando programas masivos de regularización en territorio dominicano.
Se propone que Haití emita documentos válidos y la República Dominicana otorgue visados de 5 a 10 años, similar al sistema estadounidense.
Política y empresariado haitiano
El liderazgo político y empresarial haitiano ha sido ineficaz frente al poder de las bandas, muchas veces debido a que viven en el extranjero (Miami, Canadá, Francia).
La situación política incluye un Consejo Provisional Presidencial rotativo cada seis meses, sin resultados significativos.
Existe un grupo empresarial activo en Haití que no ha podido contrarrestar a las bandas.
Intervenciones internacionales y seguridad
La propuesta de Estados Unidos de enviar 5,500 efectivos no sería suficiente para pacificar Haití sin coordinación con la población local y el liderazgo de las bandas.
José Abreu enfatiza que la participación de los grupos armados en un acuerdo de pacificación es crucial.
Sistema de gobierno y elecciones
Haití opera bajo un sistema semiparlamentario que no ha logrado estabilidad.
Se plantea la necesidad de modificar la Constitución y crear condiciones para elecciones libres, pero sin control del territorio, estas no son posibles.
Conclusión de Abreu
La única solución real a la crisis haitiana combina:
Participación de todos los actores (bandas, políticos y empresarios).
Reapertura de consulados y regulación migratoria mediante visados.
Fortalecimiento institucional y posible reforma constitucional.
Intervenciones militares sin estas condiciones serían insuficientes.