Greysis de la Cruz analiza la “diplomacia coercitiva” de Trump y el nuevo tablero geopolítico en América Latina
Greysis de la Cruz abordó en La Revista 110 los recientes movimientos de política exterior de Estados Unidos bajo la influencia del expresidente Donald Trump, advirtiendo que la región vive una etapa marcada por “la diplomacia coercitiva”, la presión militar y un cambio profundo en las narrativas de poder global.
De la Cruz inició su comentario con la noticia del fallecimiento de Dick Cheney, exvicepresidente estadounidense, a quien definió como “un símbolo del establishment de línea dura” y figura clave en la política exterior desde la era de Nixon hasta la guerra de Irak. “Con Cheney no muere una época, sino una doctrina que impulsó guerras como motor económico y herramienta de hegemonía”, señaló.
En cuanto a Donald Trump, destacó que su estilo diplomático se basa en el “arte de la amenaza”, con una retórica que combina fuerza militar y presión política. Explicó que el despliegue naval en el Caribe —incluido el portaaviones Gerald R. Ford, el más grande del mundo— representa “la mayor demostración de poder en la región en décadas”.
La analista detalló que, solo en 2025, Trump ha emitido advertencias o sanciones contra al menos ocho países, entre ellos Venezuela, México, Colombia, Nigeria, China y Panamá. “Es una diplomacia de amenaza permanente que reconfigura América Latina aprovechando su fragmentación institucional y la crisis de representación”, afirmó.
De la Cruz advirtió que el clima de tensión se agrava con la posibilidad de una acción militar contra Venezuela, mientras la oposición de ese país “ya se declara lista para gobernar”. Sostuvo que movimientos como la reaparición de Keiko Fujimori en Perú, la influencia de Álvaro Uribe en Colombia y la proyección de Lula da Silva en Brasil forman parte de un “reacomodo político hemisférico” que responde a la nueva estrategia de Washington.
“Trump está aplicando la teoría de la brecha: desestabilizar regiones para devolverlas a la órbita de influencia estadounidense”, explicó.
La analista concluyó señalando que los próximos procesos electorales en América Latina —incluidos Brasil, Perú, Colombia, Nicaragua y Costa Rica— definirán si la región avanza hacia la confrontación o hacia una nueva etapa de equilibrio diplomático.

