Dra. Evangelina Soler alerta: “El peligroso impacto de fumar desde la infancia amenaza la salud pulmonar de una generación”
La destacada neumóloga dominicana, Dra. Evangelina Soler, lanzó una enérgica advertencia sobre el creciente consumo de tabaco en niños y adolescentes, calificándolo como una “epidemia silenciosa” que podría desencadenar una crisis de salud pública en los próximos años. Según la especialista, el uso de cigarrillos electrónicos, vapes y otros dispositivos de nicotina está comenzando en edades tan tempranas como los 6 o 7 años, principalmente dentro de los entornos escolares.
“Antes eran los adolescentes de 13 o 14 años, ahora estamos viendo niños en edad escolar utilizando estos dispositivos de forma continua”, denunció la doctora durante su participación en el programa La Revista 110. Afirmó que el Ministerio de Educación debe involucrarse urgentemente, ya que el fenómeno se extiende a colegios privados y públicos sin distinción.
La doctora explicó que el pulmón humano termina su desarrollo estructural entre los 18 y 25 años, por lo que la exposición temprana al humo y a sustancias químicas contenidas en el tabaco —incluidos los electrónicos— afecta de forma irreversible los alvéolos y bronquios, debilitando la capacidad respiratoria de por vida. Entre las enfermedades más frecuentes mencionó la bronquiolitis obliterante, el enfisema, y diversos tipos de cáncer pulmonar, los cuales se están detectando en pacientes cada vez más jóvenes.
Soler también alertó sobre efectos cardiovasculares y neurológicos, como palpitaciones, arritmias, convulsiones y hasta accidentes cerebrovasculares precoces. “El vapeo no es una moda inocente: es un negocio intencionalmente diseñado por la industria del tabaco para atrapar nuevos consumidores entre los niños, disfrazando la adicción con sabores atractivos y diseños modernos”, sentenció.
La especialista hizo un llamado urgente a las familias, escuelas y autoridades sanitarias para actuar. Subrayó que, a diferencia del cigarrillo tradicional, el vapeo se usa todo el día y pasa desapercibido por su falta de olor, generando adicciones más rápidas y profundas.
“No hay sustancia médica que revierta los daños provocados por el humo en el pulmón, el corazón o el cerebro. El cáncer es solo la punta del iceberg”, advirtió Soler. “Los padres deben reconocer los cambios de conducta, el aislamiento y el bajo rendimiento como señales de alerta. Prevenir es la única solución.”