Andrés Terrero advierte que la crisis de Venezuela no tiene una solución simple

Andrés Terrero afirmó que la situación política y social de Venezuela continúa siendo uno de los escenarios más complejos del continente y que su resolución está lejos de ser inmediata. Terrero recordó que semanas atrás había señalado que “el caso venezolano no es tan fácil de resolver”, una idea que reafirmó tras las recientes revelaciones sobre contactos telefónicos entre Nicolás Maduro y el presidente Donald Trump.

Terrero explicó que, aunque Trump mantiene una recompensa de 50 millones de dólares por la captura de Maduro, ambos mandatarios sostuvieron una conversación cuya existencia fue reconocida primero por Trump y luego por Maduro, quien la calificó como “cordial” pese a haber ocurrido varias semanas antes. Para Terrero, este hecho evidencia que la crisis venezolana opera en múltiples niveles y que no puede analizarse desde una óptica simplista.

El comentarista señaló que el gobierno de Estados Unidos busca apoyo regional para reforzar operaciones contra el narcotráfico en el Caribe, incluidas las gestiones con República Dominicana, y que dichos acuerdos no necesariamente violan la Constitución dominicana debido a su carácter temporal y limitado al abastecimiento de aeronaves en operaciones antidroga.

Terrero sostuvo que el régimen de Maduro continúa afianzado gracias al apoyo de asesores cubanos, parte del alto mando militar y una oposición debilitada y desarmada. A ello se suma la ausencia de un plan claro sobre cómo se organizaría un gobierno de transición en caso de una eventual salida del mandatario venezolano. Planteó que, ante ese vacío, una solución podría pasar por un consejo de Estado integrado por sectores diversos: chavistas, opositores tradicionales, sindicatos y actores sociales.

Según Terrero, aunque la administración Trump insiste en impulsar un cambio político en Venezuela, el proceso implica riesgos y desafíos profundos debido al deterioro institucional del país. Advirtió que incluso un relevo inmediato requeriría una reconstrucción total del Estado, hoy marcado por la precariedad, la ausencia de controles y la parálisis económica.

Terrero concluyó que, pese a los esfuerzos internacionales, la crisis venezolana sigue siendo difícil de resolver y dependerá de un acuerdo amplio que incluya a todas las fuerzas en conflicto.