Gustavo Güílamo advierte que el éxito del plan de tránsito en el GSD dependerá de la ejecución gradual y realista de sus medidas
Gustavo Güílamo valoró como positiva, pero retadora, la nueva estrategia presentada por el gobierno para mejorar el tránsito en el Gran Santo Domingo, la cual contempla más de 140 medidas que, en palabras del comunicador, deben aplicarse con “gradualidad, criterio técnico y sentido común”.
Durante su intervención, Güílamo resaltó que se trata de un plan de largo plazo, diseñado con el acompañamiento de expertos internacionales, incluyendo la firma brasileña Inatch, y que apunta a intervenir múltiples frentes: horarios laborales, regulación del parqueo, uso de tecnología, y control del transporte informal.
Uno de los ejes del plan es la modificación de los horarios de trabajo para empleados públicos, con jornadas que inician entre 7:00 y 7:30 de la mañana, lo que, según el comentarista, recuerda las medidas tomadas en los gobiernos de Joaquín Balaguer. También citó un plan piloto impulsado previamente por el Ministerio de Trabajo con el sector privado, cuyos resultados no llegaron a ser oficialmente publicados.
Güílamo consideró crucial la implementación de las 2,000 nuevas cámaras con inteligencia artificial y la incorporación de unos 700 agentes de tránsito con cámaras corporales, que permitirán una fiscalización más transparente y efectiva. No obstante, advirtió sobre los riesgos de manipular los semáforos con algoritmos mal calibrados, que podrían agravar los tapones en vías como la 27 de Febrero o Tiradentes.
Respecto al parqueo, enfatizó que sin una solución clara al estacionamiento desordenado —que estrecha calles y genera caos— será difícil ampliar las vías o implementar otras medidas. También criticó la eliminación de giros a la izquierda sin alternativas viables, lo que ha provocado sobrecarga en calles pequeñas y violaciones frecuentes a las normas.
El analista también abordó la necesidad de reforzar la salud mental y la preparación de los agentes de tránsito, comparando su tolerancia al estrés con la que deben tener los árbitros deportivos.
Finalmente, llamó a una reflexión profunda sobre el papel de los motoristas y choferes del transporte público informal, a quienes señaló como principales protagonistas de accidentes viales. “El problema del tránsito no es solo el tapón: es también seguridad, tiempo, salud y respeto a la ley”, concluyó.
Güílamo consideró que, si bien las medidas son disruptivas, la población debe asumirlas con madurez y el gobierno debe garantizar una ejecución coherente, técnica y con seguimiento real.