Játzel Román: La estrategia de Trump para Latinoamérica
Donald Trump, ha anunciado una estrategia de congelamiento de los fondos de ayuda internacional por 90 días, lo que ha generado incertidumbre en varios países de Latinoamérica y el Caribe. El comunicado inicial fue escueto, y los analistas han estado evaluando el impacto de esta decisión en cada nación.
En el caso de la República Dominicana, el país no ha sido un gran receptor de estos fondos a lo largo de los años. Según datos oficiales, en 2023 el país recibió 84 millones de dólares en asistencia, siendo el undécimo en la región de Latinoamérica y el Caribe. Una gran parte de estos fondos se destinó a programas de prevención del VIH. En contraste, Colombia ha sido el principal beneficiario de la región, con hasta 700 millones de dólares en ayuda, principalmente para defensa y lucha contra el narcotráfico.
El congelamiento anunciado por Trump afecta a todos los países del mundo, con la excepción de Israel y Egipto. Sin embargo, expertos sugieren que la República Dominicana podría verse beneficiada cuando la asistencia se reactive, dado su papel como el “aliado más grande en el Caribe” para Estados Unidos. De hecho, el enviado especial de Trump para América Latina ha destacado el liderazgo del presidente Luis Abinader y su capacidad de diálogo y consenso.
Desde el Congreso estadounidense, el secretario de Estado Marco Rubio ha subrayado la importancia de alinear la ayuda exterior con los intereses de seguridad y prosperidad de EE.UU. Esto podría traducirse en una reorientación de los fondos hacia países considerados aliados estratégicos.
La decisión también ha generado preocupaciones en naciones con alta dependencia de la asistencia estadounidense, como Haití, que en 2023 recibió alrededor de 500 millones de dólares, principalmente destinados a la seguridad alimentaria. En este contexto, la situación en Haití sigue siendo un tema de interés prioritario para la República Dominicana, dada la crisis humanitaria y de seguridad que afecta la frontera compartida.
Además de la política de ayuda, otra estrategia clave de la administración Trump es el “friendshoring”, una iniciativa para reubicar la producción de bienes en países aliados cercanos. Este enfoque podría representar una gran oportunidad para la República Dominicana, con la creación potencial de 200,000 empleos y una inversión de 5,000 millones de dólares en el corto plazo.
A nivel regional, el anuncio de Trump también ha afectado la relación de EE.UU. con países como Panamá, que recientemente optó por no renovar su acuerdo con China en la Iniciativa de la Franja y la Ruta, alineándose con los intereses estadounidenses.
Mientras tanto, analistas políticos advierten que el congelamiento de la ayuda podría ser una medida temporal destinada a revisar y reorientar los fondos, más que a eliminarlos por completo.

