Miguel Valerio: “Regular la opinión pública es muy difícil, controlarla es muy fácil”

El abogado penalista Dr. Miguel Valerio afirmó que en la República Dominicana se ha producido un cambio de paradigma en materia penal, donde los acuerdos y las soluciones alternas al juicio han dejado de ser vistos como mecanismos excepcionales para convertirse en herramientas clave del sistema judicial. Durante una entrevista en el programa Síntesis, Valerio reflexionó sobre cómo estas figuras, en especial las delaciones premiadas y los acuerdos con imputados, se han normalizado con el tiempo, tras años de escepticismo por parte de la opinión pública y de muchos colegas del Derecho.

“El sistema está hecho para la solución alterna de los conflictos. Así lo establece el artículo 2 del Código Procesal Penal. No todo tiene que resolverse en un juicio”, expresó Valerio, quien ha sido uno de los pioneros en promover esta cultura jurídica en el país. Recordó que en sus inicios, cuando se discutían casos como el de Odebrecht, sus propuestas fueron cuestionadas por otros abogados que entendían que negociar era sinónimo de impunidad.

Sin embargo, hoy en día, afirma, los acuerdos permiten al Estado ahorrar recursos, al imputado reducir condenas y a la justicia avanzar con mayor eficiencia. Valerio puso como ejemplo el modelo estadounidense, donde más del 90% de los casos se resuelven por acuerdo, y destacó que el propio Ministerio Público dominicano y la Suprema Corte de Justicia están fomentando esta práctica.

Al referirse a los límites de estos acuerdos, Valerio explicó que hay materias que por su naturaleza no admiten transacción, como ciertos delitos de alto impacto social o que comprometen el orden público, aunque incluso en esos casos pueden aplicarse mecanismos de cooperación a cambio de beneficios legales.

Finalmente, el penalista subrayó la paradoja que existe entre el intento de regular la opinión pública y los mecanismos de control que pueden surgir en contextos políticos o judiciales. “Regular la opinión pública es muy difícil, controlarla es muy fácil”, advirtió, dejando entrever los riesgos que enfrenta el sistema democrático si no se garantiza un equilibrio entre la justicia, la transparencia y la libertad de expresión.