Julio Hazim y Michael Hazim analizan el discurso de la embajadora estadounidense Leah F. Campos ante AMCHAM 2025

Julio Hazim y Michael Hazim examinaron el discurso pronunciado por la embajadora de Estados Unidos en República Dominicana, Leah F. Campos, durante el almuerzo mensual de la Cámara Americana de Comercio (AMCHAM). Ambos coincidieron en que la diplomática fijó una postura inéditamente clara sobre la política exterior estadounidense hacia el país, abordando temas de seguridad, comercio, relaciones bilaterales y la situación en Haití.

Según expuso Julio Hazim, el discurso representó un quiebre con prácticas anteriores al señalar directamente a la administración estadounidense pasada como responsable de presiones políticas que afectaron a la República Dominicana. Consideró insólito que una embajadora criticara a un gobierno previo de su propio país por impulsar decisiones que —según dijo— perjudicaron al Estado dominicano, especialmente en el manejo de la frontera con Haití.

Michael Hazim, quien asistió al evento, destacó la franqueza de Campos y presentó fragmentos del discurso en los que la embajadora abordó su experiencia previa en seguridad nacional, la relación entre seguridad fronteriza y seguridad económica, y su afinidad con los valores cristianos que, afirmó, comparte con el pueblo dominicano. Señaló que la diplomática manifestó sentirse identificada con la religiosidad local, tras participar en misas diarias y servicios evangélicos durante su estadía en el país.

En materia fronteriza, Campos afirmó que la administración del presidente Donald Trump respalda el cierre de la frontera dominico-haitiana cuando sea necesario, contrastándolo con la política del expresidente Joe Biden, a quien atribuyó presiones para mantenerla abierta. Aseguró que su misión diplomática actuará bajo la premisa de proteger la soberanía y la integridad territorial dominicana.

Sobre seguridad y cooperación, la embajadora elogió la lucha local contra el narcotráfico, el lavado de activos y la trata de personas, señalando avances recientes reconocidos por Estados Unidos. Destacó, además, que la estabilidad del país es clave para el turismo estadounidense y que la alianza bilateral es estratégica en el contexto de un mundo interconectado.

En el ámbito económico, Campos anunció que su primera visita oficial a una empresa dominicana será al Central Romana, principal suplidor de azúcar hacia Estados Unidos bajo el contingente arancelario. Afirmó que no permitirá la politización de asuntos comerciales ni acusaciones infundadas promovidas por sectores activistas en su país. Indicó que bajo la administración Trump, la embajada trabajará con mayor transparencia y trato de “socios y amigos”.

La diplomática también se refirió al cierre de USAID en el país, afirmando que la decisión respondió a “causas graves” relacionadas con la imposición de agendas políticas sobre naciones que reciben cooperación. Señaló que la asistencia estadounidense continuará, pero canalizada a través de instituciones oficiales y no mediante organizaciones no gubernamentales con enfoques que definió como “imperialismo cultural”.

Durante el intercambio final del acto, Campos insistió en responder preguntas sobre la cooperación estadounidense, subrayando que los programas de ayuda se mantendrán sin condicionamientos ajenos a las prioridades soberanas del país. Hazim y su hijo coincidieron en que la postura expresada por la embajadora marca una línea clara en la relación bilateral basada en respeto mutuo, seguridad y objetivos compartidos.