Dra. Pamela Cabrera Aclara Mitos y Realidades sobre el Helicobacter Pylori

La doctora Pamela Cabrera, experta en gastroenterología, abordó en una reciente entrevista los mitos y realidades en torno a la infección por Helicobacter pylori, bacteria que afecta a gran parte de la población mundial.

Uno de los principales mitos desmentidos por la especialista es la creencia de que H. pylori forma parte de la flora normal del estómago. “No es un parásito ni una bacteria común del organismo; es una bacteria patógena que se adquiere y puede causar diversas enfermedades gastroenterológicas”, explicó la doctora Cabrera.

En cuanto a su tratamiento, la doctora afirmó que la infección sí se cura, aunque su erradicación puede ser complicada debido a la resistencia que la bacteria ha desarrollado frente a los antibióticos. “En República Dominicana, el uso indiscriminado de antibióticos ha contribuido a que el Helicobacter pylori sea cada vez más difícil de tratar”, señaló.

Sobre los efectos de la bacteria en el organismo, Cabrera detalló que su presencia puede provocar gastritis crónica, úlceras gástricas e incluso, en casos avanzados, cáncer gástrico. “Esta bacteria altera la mucosa del estómago, debilitando sus mecanismos de defensa naturales y favoreciendo la inflamación”, puntualizó.

Asimismo, la doctora destacó que la transmisión del H. pylori ocurre principalmente por la ingesta de alimentos o agua contaminada, así como por contacto directo con saliva, lo que explica su alta prevalencia en la población. “Se estima que cerca del 50% de las personas en el mundo están infectadas”, indicó.

En relación con el uso excesivo de inhibidores de la bomba de protones (IBP), como el omeprazol, la especialista advirtió sobre sus riesgos. “Aunque son útiles en algunos casos, su consumo prolongado sin indicación médica puede generar efectos secundarios, como reducción en la absorción de nutrientes y alteraciones en la mucosa gástrica”, enfatizó.

Finalmente, la doctora Cabrera recomendó acudir a un gastroenterólogo ante síntomas como acidez persistente, dolor estomacal o inflamación, y evitar la automedicación con antibióticos o protectores gástricos sin supervisión médica. “El diagnóstico oportuno y el tratamiento adecuado son clave para erradicar la bacteria y prevenir complicaciones mayores”, concluyó.