Benita García desmiente mitos sobre los productos orgánicos: “No tienen que ser feos ni caros”

Durante una entrevista en la Revista Agropecuaria, la ingeniera civil y promotora del consumo consciente, Benita García, desmitificó algunas creencias erróneas que persisten sobre los productos orgánicos. Enfatizó que estos no tienen por qué ser deformes, pequeños ni inaccesibles en precio, y que es hora de romper con esas ideas preconcebidas que desincentivan su consumo.

García, quien lleva 14 años dedicada a la comercialización de productos orgánicos en Santo Domingo, explicó que muchos consumidores desconfían de la autenticidad de un producto si luce sano, grande o atractivo. “Creen que si se ve bonito, ya no es orgánico. Y si se ve feo, es porque lo atacaron insectos. Pero la realidad es que un buen manejo del suelo y técnicas naturales pueden dar productos orgánicos hermosos y de alta calidad”, afirmó.

En cuanto al precio, reconoció que existen desafíos logísticos y falta de apoyo gubernamental, lo que encarece la producción y distribución. Sin embargo, negó que los productos orgánicos deban ser un lujo. “No es solo una cuestión de dinero, sino de prioridades. La salud empieza por lo que comemos”, recalcó.

García también abordó el tema de la certificación orgánica, señalando que en el país aún no existe un sistema nacional asequible para pequeños agricultores. Actualmente, las certificaciones están a cargo de entidades extranjeras enfocadas en la exportación de productos como cacao, banano o aguacate. “Muchos productores locales hacen agricultura orgánica real, pero no pueden pagar una certificación. Eso no invalida su trabajo, lo que necesitamos es confianza comunitaria y respaldo institucional”, indicó.

En su mercado, ubicado en el sector Mirador Sur, Benita García coordina semanalmente la recepción de más de mil productos orgánicos, locales e importados, incluyendo frescos, manufacturados y artesanales. La tienda también ofrece servicio de entrega a domicilio y se mantiene fiel a su visión: no vender productos convencionales ni ceder ante la presión de competir con grandes cadenas comerciales.

Finalmente, la ingeniera hizo un llamado a las autoridades y consumidores a respaldar la producción orgánica, promover una alimentación más sana y sostenible, y apoyar iniciativas que valoran la biodiversidad y el equilibrio del planeta. “Consumir orgánico no es moda ni lujo, es salud, es conciencia y es compromiso con el futuro”, concluyó.