Con El Polifacético Manegonte y la Seguridad Alimentaria: Agua, Agricultura y Soberanía en Debate

En una edición especial de la Revista 110, el ingeniero agrónomo y asesor del Ministerio de Agricultura, Manuel González Manegonte, fue reconocido con el “Guante de Oro” por su contribución ininterrumpida durante más de 18 años al monitoreo climático y al fortalecimiento del discurso técnico en torno a la producción agropecuaria nacional.

Manegonte, conocido por su capacidad para alertar en tiempo real sobre lluvias y cambios climáticos en todo el territorio nacional gracias a una red de voluntarios, ofreció una mirada realista sobre los retos de la autosuficiencia alimentaria, la importancia del agua y las tensiones comerciales que enfrenta el país.

“República Dominicana puede producir para 20 millones de personas, pero eso no significa que seremos autosuficientes. Ningún país del mundo lo es, ni siquiera Estados Unidos”, afirmó, al tiempo que propuso sustituir el concepto de “soberanía alimentaria” por el de “seguridad alimentaria”, resaltando que el deber del Estado es garantizar el acceso a alimentos, sin importar su origen.

A juicio del especialista, el 100% de la producción agropecuaria depende del agua. “Nada crece sin agua. Ni el plátano de secano se salva: necesita lluvia para que la planta absorba los nutrientes y haga fotosíntesis”, explicó, defendiendo su decisión de enfocarse durante años en el estudio del recurso hídrico y la climatología como ejes claves para el desarrollo agropecuario sostenible.

En su intervención, Manegonte recordó también su trayectoria internacional como asesor del Frente Sandinista en Nicaragua y como estudiante graduado en agronomía en la entonces Unión Soviética. Detalló que su visión sobre el desarrollo agropecuario se forjó observando modelos de eficiencia como el nicaragüense, donde el agricultor tiene un estatus profesional equiparable al de un médico o ingeniero y donde los productores pagan directamente por servicios técnicos.

En el plano local, defendió el controvertido Decreto 693-24, que regula la importación de arroz, afirmando que “en ese momento era necesario para proteger a los 30,000 productores arroceros del país”. Criticó a los sectores que “enchinchan” para romper esa medida con intereses importadores y advirtió que las presiones externas —como las comerciales desde Estados Unidos— deben enfrentarse con firmeza: “Tenemos que defender lo que producimos”.

Durante el programa se revivieron anécdotas históricas que marcaron su vida personal y política. Recordó que un 3 de mayo —fecha en que también se proclamó al coronel Francisco Alberto Caamaño como presidente constitucional en 1965— fue deportado por el régimen de los 12 años de Balaguer, siendo ya conocido por sus ideales revolucionarios y su filiación comunista, herencia de su padre.

Sobre los retos presentes, Manegonte insistió en la necesidad de seguir apostando a la capacitación, investigación e innovación. Resaltó la implementación de nuevas tecnologías por parte de BioArroz en Bonao, que buscan aumentar la eficiencia productiva del cereal más consumido por los dominicanos.

En un gesto que cerró con tono reflexivo, Manegonte agradeció el reconocimiento recibido, reafirmando su compromiso con el sector agropecuario y con la verdad técnica. “El agua es vida, la agricultura es ciencia y la seguridad alimentaria no es una consigna: es una obligación del Estado”, concluyó.